Libro de Isaías 50,5-9a. Salmo 116(114),1-2.3-4.5-6.8-9. Epístola de Santiago 2,14-18.
Evangelio según San Marcos 8,27-35.
Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?".
Ellos le respondieron: "Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas".
"Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?". Pedro respondió: "Tú eres el Mesías".
Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de él.
Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días;
y les hablaba de esto con toda claridad. Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo.
Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió, diciendo: "¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres".
Entonces Jesús, llamando a la multitud, junto con sus discípulos, les dijo: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará.
Homilía por el Padre Diego Fares SJ:
La lógica de la Cruz: Hoy no basta “pensar” ni “mirar bien” la realidad. Solo el peso de la propia cruz cargada aviva el sentido del discernimiento.
Cuando se arma confusión en el corazón de Simón, escandalizado porque Jesús les enseñaba que sería rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, el Señor llama a todos, al pueblo junto con los discípulos, y aclara bien que su lógica es la lógica de la Cruz. El Papa Francisco nos lo recuerda cuando afirma que la lógica del discernimiento es la lógica de la Cruz. Como dice San Buenaventura refiriéndose a la Cruz: “Esta es nuestra lógica” (GE 174)”. La aclaración del Señor a todos viene justo para este momento en el que muchos se sienten confundidos al ver las descalificaciones que sufre el Papa de parte de gente “seria” - de “ancianos, sumos sacerdotes y escribas” que es como decir de obispos, cardenales, teólogos y vaticanistas. No hay que equivocarse, la fidelidad a Jesús se la juega cada uno personalmente en la opción entre cargar la propia cruz o cargársela a otros, buscando chivos emisarios. Más que a las palabras que dicen los distintos grupos ideológicos y personajes, a lo que hay que estar atentos es a la cruz, a la lógica de la Cruz. ¿Qué significa esta frase? ¿Qué quiere decir el Papa con esta expresión “lógica de la cruz”? Lógica quiere decir una sucesión coherente de pasos, en los que una cosa lleva a otra. Las cosas tienen su lógica, decimos. Si no fuera así, no solo no discutiríamos sino que ni siquiera pensaríamos.
Hoy en día es común decir que hay que aceptar que haya distintas lógicas. Pero si lo pensamos a fondo, lo que queremos decir con esto es que hay que respetar a las personas más allá de la lógica que sigan sus razonamientos. Es decir: hay muchas lógicas de ideas, pero una sola lógica profunda: la de las personas. La realidad de cada persona concreta es superior a las ideas. La lógica de la Cruz de la que habla Jesús es una lógica que mira a su Persona: “el que quiera seguirme, dice Jesús, que se niegue a sí mismo, cargue su cruz y me siga”. Es la lógica de ponerlo a Él como Persona por encima de todo, incluso de nuestras cruces. Por eso dice que la cruz hay que cargarla, no hay que quedarse aplastado por ella (ni mucho menos encajársela a otro), sino que hay que cargarla -abrazarla- y seguirlo a Él.
La lógica de la cruz es la lógica del que encuentra siempre el paso justo para permanecer -clavado- en su lugar de misión. Del que se deja contener por el encargo que le fue encomendado y lo lleva adelante con fidelidad, sin mirar a los demás.La lógica de la cruz es la lógica del que da los pasos necesarios para repartir y compartir. De la persona generosa y solidaria que sabe que cuando reparte el Señor lo multiplica. Hoy en día, en que los discursos lógicos parten de supuestos distintos y te terminan llevando a donde no querrías, no basta con mirar a las personas (y no solo a las ideas abstractas). No basta con mirar la película y no quedarse con la foto. ¡No basta mirar! Para pensar bien cada uno tiene que armarse cargando su cruz. El peso de la propia cruz será el que le de la clave para ver bien la realidad.