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domingo, 29 de octubre de 2023
Meditamos el Evangelio del Domingo XXX con Fray Cristian Yturre OP
lunes, 23 de octubre de 2023
"Evangelizameme" - Francisco Sosa
Checkan (Perú),Francisco (Argentina) y Nati (Rep. Dominicana) |
domingo, 22 de octubre de 2023
Meditamos el Evangelio del Domingo XIX con el P. Alexis Rosales
viernes, 20 de octubre de 2023
UNA MISIÓN CON ESTILO SINODAL -SEBA IAKO
domingo, 15 de octubre de 2023
Meditamos el Evangelio del Domingo XXVIII con el Fray Emiliano Vanoli OP
La primera de estas parábolas, que se proclamó hace dos domingos, se refiere a los dos hijos a quienes su padre pide trabajar en su viña. El hijo mayor dice "sí", pero finalmente no va, mientras que el hijo menor dice "no", pero luego se presenta. De manera sencilla, el Señor enseña que los pecadores, aquellos que inicialmente rechazan, son quienes llegan primero al Reino de los Cielos. La segunda parábola, del domingo pasado, trata sobre cómo Dios ha cuidado de su viña, que representa al pueblo de Israel, y cómo los viñadores han asesinado a sus enviados, es decir, a los profetas y al propio Hijo de Dios, Jesús.
Para aclarar aún más el tema, el Señor presenta una tercera parábola, más detallada en lo que respecta a la respuesta del pueblo elegido. Esta es el Evangelio de este domingo 15 de octubre: "el Reino de los Cielos se asemeja a un rey que celebraba las bodas de su hijo". Aquí se plantean tres llamados: los dos primeros van dirigidos a aquellos invitados previamente, es decir, al pueblo de Israel, que rechaza la invitación e incluso responde con violencia. Estos llamados representan la labor de los profetas y la de Jesús mismo con sus apóstoles, cuyo rechazo resultará en la destrucción de su ciudad y su templo.
El tercer llamado, finalmente, es el que más nos concierne. Es el llamado que realizan los apóstoles a quienes no fueron invitados desde el principio, es decir, a los gentiles y a nosotros mismos, ya que comenzó hace dos mil años y continuará hasta la venida del Señor. Este llamado congrega al nuevo pueblo de Dios, que es la Iglesia. Y aquí surge la cuestión fundamental: ¿cómo debemos responder a esta invitación para formar parte del Reino de Dios?
El Señor plantea en la parábola que, al final, todos son llamados, "tanto malos como buenos". Sin embargo, en la sala del banquete, el Rey encuentra a alguien que no está vestido apropiadamente para la ocasión, y lo expulsa, concluyendo con las palabras: "muchos son los llamados, pero pocos los escogidos". Esto significa que, aunque el llamado de Dios es gratuito y universal, ya que Dios ama a todos sus hijos, la respuesta debe ser libre y nacer de una conversión sincera del corazón. No es suficiente una respuesta superficial y meramente externa, como la sola pertenencia a la Iglesia o el cumplimiento de obligaciones y ritos.
De hecho, solo hay una forma de estar a la altura de esta ocasión: vestirse con el traje adecuado, que consiste en conformarse con Cristo, revistiéndose de sus pensamientos y sentimientos por medio de nuestras acciones, de modo que podamos dar frutos de amor a Dios y al prójimo, y rechazar todo lo que se oponga a ello.
A lo largo de estos tres domingos, el Señor te ha estado invitando insistentemente a responder a su llamado para ingresar en su Reino y participar en su banquete. La pregunta es, entonces: ¿cómo te vestirás para poder participar?
LA SINODALIDAD, UN MÉTODO SINFÓNICO
Al
pensar la realidad del proceso del sínodo de la sinodalidad y las distintas
cuestiones que van surgiendo, creo que la analogía de la iglesia como sinfonía puede
traernos bastante luz ante el nueva sínodo que estamos viviendo.
Empezaremos
tratando de entender qué es una sinfonía. Si buscamos una definición precisa nos encontraremos con vagas y
múltiples respuestas. A grandes rasgos lo que determina, y lo que tiene en
común con la iglesia y el sínodo, es una música que se da en el tiempo, que está compuesta en varias partes que están
interrelacionadas y que está a cargo de una orquesta. No es la cantidad de
instrumentos lo que define a una obra sinfónica, tampoco lo determina el tiempo
de duración de la música, pues las hay de tantas duraciones como sinfonías.
La
primera etapa del sínodo fue la diocesana: aquí aparecieron los primeros temas
que luego se desarrollaron en las otras etapas. Como en una sinfonía, podemos
tomar cualquiera de las sinfonías de Beethoven que son las más conocidas, vemos
que no hay una preminencia de un instrumento sobre otro. Es la orquesta entera,
funcionando como una sola voz en la que va sonando y participando. De la misma
manera se ha buscado que cada una de las voces a nivel diocesano pueda
expresarse y cantar los temas que preocupan a la sociedad actual. La iglesia es
una voz conformada por muchas voces, que a su vez cada una tiene sus matices y
colores.
No
se supone que, como dijo Balthazar, esta primera etapa o ninguna de las
siguientes se de una armonía almibarada y sin tensiones. La realidad es que los
temas inherentes al drama humano han surgido de manera frontal. Es raro
encontrar cualquiera de las músicas que uno identifica como aquellas obras de
arte que poseen una chispa divina en ella, una música que no plantee un drama,
con sus disonancias, superposición y hasta choque de temas musicales
diferentes. Esto es la realidad del Hijo de Dios encarnado, es parte esencial
de la belleza del arte, y es parte de la realidad humana del hombre que forma
la iglesia.
Luego tuvimos un segundo movimiento la etapa continental del sínodo. Los temas unificados por cada una de las Conferencias Episcopales Nacionales se han unido para dialogar juntos, no necesariamente buscando respuesta sino tratando de entender lo esencial de cada problemática regional y continental. Coordinados y conducidos por la iglesia y el santo padre, el director de orquesta sabe dar espacio a cada una de las voces y unirlas. Como dice el mismo lema del documento de trabajo de esta etapa se buscó «ensanchar el espacio de la tienda» (Cf. Is 54,2).
Aquí el oído de cada una de las partes involucradas ha sabido acusarse más que
nunca, así como uno y todos los músicos que ejecutan una sinfonía deben saber
lo que deben decir con esa porción de música, deben también escuchar con
atención para saber el lugar que le toca y poder tocar de manera afinada. De la
misma manera la iglesia ha dejado que cada una de las voces expresen sus
problemáticas respetando los distintos contrapuntos.
Y
hemos entrado muy recientemente en una etapa más del sínodo. La fase universal,
que ha comenzado con la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los
Obispos, luego de dos años de iniciado el camino. La voz de la iglesia-orquesta
que sigue sonando, no intentando re definir lo ya definido dogmáticamente y
“reinventar la pólvora”, sino escuchar y hablar al mundo de hoy con cada una
sus distintas aristas. Los temas que se han desarrollado en el tiempo y en el
espacio, como una melodía o tema musical que va transitando y expresando los
distintos dolores y alegrías, está a cargo de más de 400 participantes. Son 169
obispos representantes de las Conferencias Episcopales, 20 jefes de las
Iglesias orientales católicas, 20 representantes de los Dicasterios de la Curia,
50 personas designadas directamente por el Papa y 141 personas más entre los cuales se encuentran
laicos (varones y mujeres), muchos de ellos con derecho a voto.
Todos formando esta grandísima orquesta, conformada por muchos instrumentos de
cuerdas (como violines y violoncellos entre otros), otro grupo de instrumentos de
viento de madera (flautas, y clarinetes entre otros), instrumentos de viento de
bronce (trompetas y trombones entre otros) e instrumentos de percusión.
Podría
recordarnos la Novena sinfonía de Ludwig van Beethoven, en la que suena el
famoso himno a la alegría a cargo de una excepcional inclusión del coro en la
orquesta. Obra que requiere al menos 150 almas para poder ejecutarla. La
grandiosidad de la orquesta y el coro, analogados en una conjunción de tantas
formas de vidas y carismas como los hay en la vastísima y riquísima iglesia.
La
sinodalidad se nos presenta aquí como un método sinfónico, donde cada voz tiene
su lugar y se le es confiada un mensaje Bello, Bueno y Verdadero, ya que la
grandeza del Espíritu Santo habita en todos y cada uno de los bautizados y en
los cuales Cristo se hace presente para anunciar el Reino aquí en la tierra.
Cada voz conforma un mensaje único que habla al mundo de hoy de la grandeza del
amor de Dios. En un mundo tan dividido por las guerras, la iglesia se expresa
en unidad (conformando una unidad universal) y habla de paz, dialogo, belleza y
verdad. Mensaje cristiano no idealizado y no espiritualizado, no sin tensiones,
sino tan humano como divino.
sábado, 14 de octubre de 2023
La Casa de la Bondad - Testimonio de Víctor Ramírez
La Casa de la Bondad además de ser un Hospice[1] es una de las muchas obras que forman parte de la Fundación Manos Abiertas. La Casita, como la llamamos todos los que conocimos esta hermosa obra, se encuentra en distintas provincias de nuestro país. Tuve la Gracia de conocer aquellas que se encuentran en Córdoba y en Salta. Lo que vivencie allí es lo que me motiva día a día a llevar la palabra de Dios a todos los rincones de mi vida.
En
este bellísimo lugar se brindan los “Cuidados Paliativos”. Los mismos se pueden
definir de varias formas, una de ellas es la siguiente: “Mediante los cuidados paliativos se afrontan los problemas derivados de
una enfermedad o situación incurable e irreversible, por medio de la prevención
y del alivio del sufrimiento mediante la identificación, valoración y
tratamiento del dolor y otros síntomas físicos, psicosociales y espirituales”[2].
Sin embargo, cada voluntario podría redefinir el concepto sencillamente así:
“es el amor que brindamos diariamente a los patroncitos (este término tiene su
origen en la costumbre de San Alberto Hurtado SJ, quien llamaba así a los
excluidos de su tiempo)”.
Todas
las casitas del país están acondicionadas para recibir a los patroncitos, tienen
voluntarios que cocinan, lavan y planchan ropa, cuidan, cantan, leen, comparten
momentos sin pensar en el fin. Sólo unos pocos trabajadores reciben paga. Hay
asistencia las 24 horas del día, los siete de la semana.
En
este mes dedicado especialmente a la misión quiero traer la experiencia de ser
misión y a la vez ser misionado. Al hablar de llevar la palabra de Dios,
generalmente volamos con nuestra imaginación hacia lejanos continentes,
hablando de Jesús a quien nos salga al encuentro, más allá de cualquier cultura
y lengua. Sin embargo, como toda tarea titánica, se empieza con pequeños pasos,
con la persona de al lado, el prójimo. Ese que saludamos solo por costumbre en
las calles de nuestra ciudad o pueblo, en esos barrios que se encuentran a poco
mas de 10 cuadras o quizás a 10 minutos del centro.
La
misión de llevar la Buena Noticia del Evangelio es presentarle a Cristo a
alguien, a su vez, conocer a Cristo es conocer a una persona radical, tan
radical que al ser parte de nuestra vida marca un antes y un después. Cada
patroncito y cada voluntario me enseño el Evangelio, de mil formas que nada
tienen que ver con saber de memoria versículos bíblicos, sino con la mirada,
los gestos, los abrazos, la entrega, y mil cosas más. Confirma y completa ese
famoso “cliche” que siempre aparece en todas las denominaciones religiosas que
tienen de protagonista a Dios: “Dios/Jesús te ama.”
En
la casita, la experiencia del amor de Jesús conquista providentemente todas las
necesidades de aquellos patroncitos que llegan cargando simbólicamente una cruz
que pesa más que su propio cuerpo debido a sus realidades afectivas, familiares
y hasta socioeconómicas. Es necesario destacar que esta casita recibe de
corazón a personas que muchas veces ni siquiera son creyentes, desde los
patroncitos hasta voluntarios. Todos allí saben acerca de nuestra fe, que la
casita sigue los pasos de Santa Teresa de Calcuta y de San Alberto Hurtado.
Esto es destacable porque a ningún miembro de la casita se le ocurre cambiar la
creencia del patroncito y muchos menos obligarle a aprender una oración de
memoria… sino que muchas veces son los mismos patroncitos con sus familias que
reconocen y siente el amor de Cristo a través del equipo médico y los
voluntarios. Eso mismo es lo que representa misionar y ser misionado: compartir
la experiencia de Cristo que te ama con todo lo que eres.
Para
terminar, es imposible terminar este articulo sin dejar de agradecer a todos
los miembros de la Casita de la Bondad en Salta, por la gran tarea de
evangelizar a través de gestos concretos y silenciosos de amor. Ellos están
grabados en mi corazón, rezo diariamente por todos, especialmente por aquellos
patroncitos que no llegan a conocer ese pedacito de cielo en la tierra. Ellos
también me enseñaron que ser misionado como misionero es una responsabilidad, que
empieza con uno mismo dando al menos 3 horas por semana, en un lugar concreto,
en conjunto con otros dispuestos a brindar su propio granito de arena.
[1] Movimiento de fomento de los
cuidados paliativos, iniciado por Cicely Saunders, en Inglaterra, que propugna
la atención de los enfermos terminales en establecimientos especializados
(Hospice) donde residen y son atendidos, de forma adecuada, durante el último
periodo de su vida.
[2] Rae, R. A. E.-.
(s. f.). Cuidados paliativos. Diccionario panhispánico del español
jurídico - Real Academia Española. https://dpej.rae.es/lema/cuidados-paliativos
martes, 10 de octubre de 2023
"Teología en Camino" - Tomás Berlín
¿Quién es Tomás Berlín?
Mi nombre es Tomás, tengo 24 años, soy de Buenos Aires y actualmente me dedico a la docencia y a la investigación teológica. Estoy estudiando en la Universidad Católica Argentina el “Profesorado Universitario en Teología” y hace poco comencé una diplomatura en “Historia de las Religiones y Espiritualidades” en la Universidad de San Isidro. Estoy en pareja hace 4 años. Me gusta tocar la guitarra y cantar. Soy parte del coro arquidiocesano de Buenos Aires
¿Como fue tu acercamiento a la Teología?
Mi acercamiento se dio por dos caminos. Por un lado, en el ciclo básico común para hacer Arquitectura cursé Filosofía, lo cual me encantó y me dieron ganas de estudiar eso, pero como yo era un varón de fe, me faltaba la parte de Dios, reflexión sobre Dios. Por otro lado, el diácono de mi parroquia era un apasionado por la teología, lo cual me contagió de alguna manera y me hizo querer saber más al respecto. De esta forma, allá por el 2019 anduve preguntando y me contaron que existía una carrera llamada “Teología” y que yo podía realizarla (no era solo para seminaristas), desde ese entonces un gran amigo ya formado (casado, padre de familia) me estuvo acompañando en el camino.
¿Por qué decidiste estudiar Teología?
Siempre fui una persona reflexiva, podríamos decir de “espíritu filosófico”. Creo que eso facilitó notablemente la búsqueda en carreras más bien “humanistas”. Creo que mi seriedad (algo natural en mí), hizo que siempre me tome en serio mi fe, no era algo anexado a mi vida, era central y por esa centralidad me impulsaba a cada vez querer “conocerla más”. Bueno, la teología encaja perfecto con mi persona, me ayuda a ser más yo, me ayuda a darme y a brindar un servicio a la Iglesia y a la sociedad.
En pocas palabras, ¿Qué es la teología?
La teología es “la fe pensada”, es mirar a Dios y dejarse mirar por Él y preguntarse (y preguntarle): ¿quién sos?”.
¿Cómo surgió la idea de crear Teología en camino (cuenta de Instagram)?
Hch 4, 20: “No podemos callar lo que hemos visto y oído”. Unos meses comenzada la cursada de teología sentí la necesidad de contar todo lo que estaba aprendiendo. Un saber/sabor que es Vida, la Vida de Dios, un saber que es la experiencia de un encuentro con el abrazo reconciliador de un Dios que sale a nuestro encuentro. En fin, quiero que vos también tengas tu propia experiencia de salvación. Va por ahí.
¿Que nos podés contar de tu experiencia en el ENED?¿Que fue lo que más te impacto?
El ENED me sirvió para muchas cosas, menciono las dos más importantes. La primera es descubrirme en una comunidad, no es un camino solitario el de la evangelización digital sino que es un camino de muchos. La segunda es, haberme dado cuenta que la evangelización digital es algo más grande que las publicaciones que puedo llegar a subir, es parte de la obra de Dios, bueno, esta misión se enmarca en seguir la voluntad de Dios. Y que Dios se vale, hoy especialmente, del contenido digital para llegar a más personas.
Muchas gracias Tomás por compartir esta entrevista, fue un gusto conocerte en el ENED
Invito a todos los lectores a conocer más de la misión digital de Tomas Berlín en su cuenta de Instagram: @TeologiaenCamino