El pasado sábado, 29 de octubre se realizó un taller bíblico
en la parroquia Inmaculada Concepción (Chepes – La Rioja) sobre la sinodalidad
en el Evangelio de Mateo, este taller fue guiado por el P. Miguel Ángel Armada,
SVD. Cabe recordar que el santo padre Francisco convoco a un sínodo que tiene
como objetivo reflexionar la misión sinodal de la Iglesia.
En esta ocasión tuvimos la oportunidad de dialogar con el predicador de este taller, aquí compartimos algunos audios del P. Miguel que nos ayudaran a profundizar en este camino sinodal, antes de escucharlo te compartimos una introducción sobre el sínodo y te invitamos a leer este documento preparatorio.
La sinodalidad denota
el estilo particular que califica la vida y la misión de la Iglesia, expresando
su naturaleza de Pueblo de Dios que camina y se reúne en asamblea, convocado
por el Señor Jesús con la fuerza del Espíritu Santo para anunciar el Evangelio.
La sinodalidad debe expresarse en el modo ordinario de vivir y trabajar de la
Iglesia.
“La Iglesia de Dios es convocada en Sínodo. El camino, cuyo
título es «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión», se
iniciará solemnemente el 9-10 de octubre del 2021 en Roma y el 17 de octubre
siguiente en cada Iglesia particular. Una etapa fundamental será la celebración
de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en el mes de
octubre del 20231, a la cual seguirá la fase de actuación, que implicará
nuevamente a las Iglesias particulares (cf. EC, art. 19-21).” (N° 1 Documento
Preparatorio del sínodo: “Por una Iglesia Sinodal”)
¿Cuáles son los objetivos de este Sínodo?
- Hacer memoria
sobre cómo el Espíritu ha guiado el camino de la Iglesia en la historia y nos
llama hoy a ser juntos testigos del amor de Dios;
- Vivir un
proceso eclesial participado e inclusivo, que ofrezca a cada uno – en
particular a cuantos por diversas razones se encuentran en situaciones
marginales – la oportunidad de expresarse y de ser escuchados para contribuir
en la construcción del Pueblo de Dios;
- Reconocer y
apreciar la riqueza y la variedad de los dones y de los carismas que el
Espíritu distribuye libremente, para el bien de la comunidad y en favor de toda
la familia humana;
-
Experimentar modos participados de ejercitar la responsabilidad en el
anuncio del Evangelio y en el compromiso por construir un mundo más hermoso y
más habitable;
- Examinar
cómo se viven en la Iglesia la responsabilidad y el poder, y las estructuras
con las que se gestionan, haciendo emerger y tratando de convertir los
prejuicios y las prácticas desordenadas que no están radicadas en el Evangelio;
- Sostener la
comunidad cristiana come sujeto creíble y socio fiable en caminos de diálogo
social, sanación, reconciliación, inclusión y participación, reconstrucción de
la democracia, promoción de la fraternidad y de la amistad social;
Regenerar
las relaciones entre los miembros de las comunidades cristianas, así como
también entre las comunidades y los otros grupos sociales, por ejemplo,
comunidades de creyentes de otras confesiones y religiones, organizaciones de
la sociedad civil, movimientos populares, etc.;
- Favorecer
la valoración y la apropiación de los frutos de las recientes experiencias sinodales
a nivel universal, regional, nacional y local.
(N° 2, Documento Preparatorio del sínodo: “Por una Iglesia Sinodal”)
1) ¿Qué dimensiones de la sinodalidad le parecen significativas para nuestra iglesia en la actualidad?
2) ¿Qué aspectos de la vida y misión de Jesús son inspirados para vivir la
sinodalidad desde el Evangelio de Mateo?
3) ¿Qué papel juegan los talentos personales en un camino sinodal?
4) ¿Qué consejos recomiendas para vivir la sinodalidad?
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