sábado, 4 de septiembre de 2021

La creación a la luz de la alianza (Mes de la Biblia)


En este mes de la Biblia te invitamos a leer, reflexionar y rezar todos los sábados con las publicaciones de Lautaro Belloni, seminarista de la diócesis de Quilmes, que a lo largo de 4 publicaciones nos propone los siguientes temas: 

1.      La creación a la luz de la alianza 

2.      La promesa de Dios a Ezequiel

3.      Las promesas y esperanzas cumplidas de Jesús

 4.      María, modelo de la iglesia de la Nueva Alianza.

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En septiembre, la iglesia se propone profundizar en la palabra. Es por ello que suele llamar al mes de septiembre como “el mes de la biblia”.

En esta serie de escritos, intentaremos profundizar en algunos relatos bíblicos desde una categoría teológica llamada “Alianza”. Esta es un pacto, lazo que Dios constantemente está ofreciendo al ser humano para vivir en comunión.

Un profesor de teología, en alguna facultad del mundo solía decir: “si leemos la biblia en clave de alianza, le podemos sacar más jugo a la vida desde el misterio de Dios que nos habla y busca.” Es por ello que te invito a leer estos encuentros para seguir profundizando en el misterio de Dios.

Antes de empezar, te voy a invitar a hacer un ejercicio. Toma tu biblia y lee el libro del Génesis del capítulo 1 al 3 inclusive. Mientras lo lees, escribí en una hoja aparte ¿qué te suscita, que te genera y que te dice?

La creación a la luz de la alianza

Los relatos de a creación, comúnmente, solemos reducirlos a hacer una interpretación de la creación del ser humano, del mundo, etc. Pero sin embargo a la luz de la alianza son más ricos y profundos ya que podemos observar dos cuestiones los elementales del ser humano: El ser humano en comunión y el origen de la ruptura con Dios. Siendo así que los dos son perspectivas de como Dios crea en clave de Alianza y el ser humano acepta o no la vida de la alianza.

En el relato de Gn 1-2, 1-4 encontramos que Dios crea al mundo en siete días. El relato mismo empieza diciendo “En el principio creó Dios el cielo y la tierra” (Gn 1,1) y termina con el mismo binomio. Dándonos a entender un ciclo cerrado, que no hubo otras creaciones, sino una sola y por la obra de Dios. Además en el versículo dos se plantea que “la tierra era caos y confusión” (Gn 1, 2).  Evidentemente, al crear, Dios crea desde la nada.  En la cosmología de Israel el nada era el caos, el lugar de lo indeterminado. Lo que determina el relato es que Dios ordenó el cosmos, cuando creó, haciéndolo un lugar habitable. Dios crea un lugar habitable al ser humano para que viva, sea pleno y este en relación con él. Es por ello que se comporta como Padre de estos seres.

En Gn 1,26-28, Dios llega al culmen de su paternidad con estos seres humanos recién creados, el los bendice diciéndoles: “Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo».”(Gn 1,26-28).  Siendo así que con este acto, sella allí una alianza implícita con ellos y los envía, con su bendición como co-creadores a la creación, colaboradores suyos en su obra. Es por ello que podemos decir que la creación esta ordenada a la alianza ya que esta nos invita a la comunión con el creador.

Por otro lado, en el relato de Gn 2, 4b-25 y Gn 3 nos plantea la creación y el origen del mal.

La narración comienza en la tónica anterior Dios crea un lugar habitable para entrar en comunión, plantando y ordenando el Edén. Se nos muestra a un Dios que pone todo su empeño en dar un don grande y gratuito al hombre para todo ámbito de su existencia. Lo cual nos revela que este relato esta en comunión con el relato anterior ya que sigue de fondo la  idea de que que la creación es pensada en clave de alianza.

En Gn 2,7 se plantea que Dios moldea al hombre del polvo. Siendo así que crea metiendo sus manos para moldear y exhalándole su aliento divino al hombre. Lo cual aquí también muestra otro rasgo de paternidad de Dios con el hombre.

Además, vemos también que Dios le da labores al hombre. En Gn 2,15 invita a trabajar y cuidar de la creación. Siendo así que toda la existencia del hombre es trabajar y cuidar la creación, en definitiva de velar por la comunión con él desde la creación

Continuando con el asunto, vamos al meollo del relato: La ruptura. Esta historia empieza en Gn 3,1.

En el dialogo de la mujer con la serpiente en Gn 3.2-3 vemos que ella entra en dialogo con la serpiente y no desconfía de su maldad. Mismo ella le dice inocentemente a la serpiente que Dios le dijo “no comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte” (Gn 3,3). Tan inocente fue su respuesta que la llevo a la tergiversación con el “ni lo toquéis” que nunca fue mencionado por Dios en los relatos anteriores.

En Gn 3,6-7 vemos la des glorificación del hombre y la mujer ya que sucumben en la ruptura seducidos por el deseo de ser como dioses.  Cerrándose a toda gracia dada por ser creación de Dios, cerrados a la vida de la alianza en la comunión. Con la mente y el corazón cegados en que su situación será mejor si busca su propia gloria, que si permanece obediente a Dios. En definitiva el hombre y la mujer, experimentan algo nuevo, algo que nunca habían sentido: rebeldía que desencadena en la ruptura de la comunión con Dios.

Gn 3,8 lleva al clímax de la narración, ya que el hombre y la mujer oyen los pasos de Dios, pero le tienen miedo. Experimentan la vergüenza de verse desnudos en la presencia de Dios. Y en Gn 3,12 vemos otro efecto del pecado en el hombre: la des-solidarizacion. El hombre no se hace cargo de su pecado, sino que culpa a la mujer y ella por su parte hace lo mismo culpando a la serpiente en Gn 3,13.

Las secuelas del pecado (ruptura de la comunión con Dios) en el hombre y la mujer fueron la pérdida de sus seguridades y la vida en plenitud en el Edén, dada por la comunión con Dios

En síntesis, en los relatos de la creación se ve expresado un Dios que crea en clave de alianza, que se compromete con esta obra, preparando el cosmos para el hombre, viviendo en comunión con este como Padre e hijo, coronándolo como culmen de la creación y dándole la misión de ser co-creador. Siendo así que le da la responsabilidad de cuidar la creación ya que, si esta está ordenada a la alianza, es cuidar el lugar y la comunión con el creador. Como también se observa la libertad del ser humano para elegir y las consecuencias de no querer vivir en comunión con Dios.

Como actividad final, te invito a hacer lo siguiente: a partir de lo leído en este texto, leer nuevamente Gn 1-3 buscando que te aporta de nuevo el relato.

Después de haber leído este texto te invito a rezar con todo lo que escribiste y pasarlo por el corazón escuchando la canción Nuestro Dios de Julián Zini:


Autor: Lautaro Belloni, seminarista de la diócesis de Quilmes, Argentina

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