En este mes de la Biblia te invitamos a leer, reflexionar y rezar todos los sábados con las publicaciones de Lautaro Belloni, seminarista de la diócesis de Quilmes, que a lo largo de 4 publicaciones nos propone los siguientes temas:
1.
La creación a la luz de
la alianza
2.
La promesa de Dios a
Ezequiel
3.
Las promesas y
esperanzas cumplidas de Jesús
4.
María, modelo de la
iglesia de la Nueva Alianza.
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En septiembre, la iglesia se
propone profundizar en la palabra. Es por ello que suele llamar al mes de
septiembre como “el mes de la biblia”.
En esta serie de escritos,
intentaremos profundizar en algunos relatos bíblicos desde una categoría
teológica llamada “Alianza”. Esta es un pacto, lazo que Dios constantemente
está ofreciendo al ser humano para vivir en comunión.
Un profesor de teología, en
alguna facultad del mundo solía decir: “si leemos la biblia en clave de alianza,
le podemos sacar más jugo a la vida desde el misterio de Dios que nos habla y
busca.” Es por ello que te invito a leer estos encuentros para seguir
profundizando en el misterio de Dios.
Antes de empezar, te voy a
invitar a hacer un ejercicio. Toma tu biblia y lee el libro del Génesis del
capítulo 1 al 3 inclusive. Mientras lo lees, escribí en una hoja aparte ¿qué te
suscita, que te genera y que te dice?
La creación a la
luz de la alianza
Los relatos de a creación,
comúnmente, solemos reducirlos a hacer una interpretación de la creación del
ser humano, del mundo, etc. Pero sin embargo a la luz de la alianza son más
ricos y profundos ya que podemos observar dos cuestiones los elementales del
ser humano: El ser humano en comunión y el origen de la ruptura con Dios.
Siendo así que los dos son perspectivas de como Dios crea en clave de Alianza y
el ser humano acepta o no la vida de la alianza.
En el relato de Gn 1-2, 1-4
encontramos que Dios crea al mundo en siete días. El relato mismo empieza
diciendo “En el principio creó Dios el cielo y la tierra” (Gn 1,1) y termina
con el mismo binomio. Dándonos a entender un ciclo cerrado, que no hubo otras
creaciones, sino una sola y por la obra de Dios. Además en el versículo dos se
plantea que “la tierra era caos y confusión” (Gn 1, 2). Evidentemente, al crear, Dios crea desde la
nada. En la cosmología de Israel el nada
era el caos, el lugar de lo indeterminado. Lo que determina el relato es que
Dios ordenó el cosmos, cuando creó, haciéndolo un lugar habitable. Dios crea un
lugar habitable al ser humano para que viva, sea pleno y este en relación con
él. Es por ello que se comporta como Padre de estos seres.
En Gn 1,26-28, Dios llega al culmen
de su paternidad con estos seres humanos recién creados, el los bendice
diciéndoles: “Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla;
dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que
se arrastran por el suelo».”(Gn 1,26-28).
Siendo así que con este acto, sella allí una alianza implícita con ellos
y los envía, con su bendición como co-creadores a la creación, colaboradores
suyos en su obra. Es por ello que podemos decir que la creación esta ordenada a
la alianza ya que esta nos invita a la comunión con el creador.
Por otro lado, en el relato de Gn 2, 4b-25 y Gn 3 nos plantea la
creación y el origen del mal.
La narración comienza en la
tónica anterior Dios crea un lugar habitable para entrar en comunión, plantando
y ordenando el Edén. Se nos muestra a un Dios que pone todo su empeño en dar un
don grande y gratuito al hombre para todo ámbito de su existencia. Lo cual nos
revela que este relato esta en comunión con el relato anterior ya que sigue de
fondo la idea de que que la creación es
pensada en clave de alianza.
En Gn 2,7 se plantea que Dios
moldea al hombre del polvo. Siendo así que crea metiendo sus manos para moldear
y exhalándole su aliento divino al hombre. Lo cual aquí también muestra otro
rasgo de paternidad de Dios con el hombre.
Además, vemos también que Dios le da
labores al hombre. En Gn 2,15 invita a trabajar y cuidar de la creación. Siendo
así que toda la existencia del hombre es trabajar y cuidar la creación, en
definitiva de velar por la comunión con él desde la creación
Continuando con el asunto, vamos
al meollo del relato: La ruptura. Esta historia empieza en Gn 3,1.
En el dialogo de la mujer con la
serpiente en Gn 3.2-3 vemos que ella entra en dialogo con la serpiente y no
desconfía de su maldad. Mismo ella le dice inocentemente a la serpiente que
Dios le dijo “no comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte” (Gn 3,3). Tan
inocente fue su respuesta que la llevo a la tergiversación con el “ni lo
toquéis” que nunca fue mencionado por Dios en los relatos anteriores.
En Gn 3,6-7 vemos la des
glorificación del hombre y la mujer ya que sucumben en la ruptura seducidos por
el deseo de ser como dioses. Cerrándose
a toda gracia dada por ser creación de Dios, cerrados a la vida de la alianza
en la comunión. Con la mente y el corazón cegados en que su situación será
mejor si busca su propia gloria, que si permanece obediente a Dios. En
definitiva el hombre y la mujer, experimentan algo nuevo, algo que nunca habían
sentido: rebeldía que desencadena en la ruptura de la comunión con Dios.
Gn 3,8 lleva al clímax de la
narración, ya que el hombre y la mujer oyen los pasos de Dios, pero le tienen
miedo. Experimentan la vergüenza de verse desnudos en la presencia de Dios. Y
en Gn 3,12 vemos otro efecto del pecado en el hombre: la des-solidarizacion. El
hombre no se hace cargo de su pecado, sino que culpa a la mujer y ella por su
parte hace lo mismo culpando a la serpiente en Gn 3,13.
Las secuelas del pecado (ruptura
de la comunión con Dios) en el hombre y la mujer fueron la pérdida de sus
seguridades y la vida en plenitud en el Edén, dada por la comunión con Dios
En síntesis, en los relatos de la
creación se ve expresado un Dios que crea en clave de alianza, que se
compromete con esta obra, preparando el cosmos para el hombre, viviendo en
comunión con este como Padre e hijo, coronándolo como culmen de la creación y
dándole la misión de ser co-creador. Siendo así que le da la responsabilidad de
cuidar la creación ya que, si esta está ordenada a la alianza, es cuidar el
lugar y la comunión con el creador. Como también se observa la libertad del ser
humano para elegir y las consecuencias de no querer vivir en comunión con Dios.
Como actividad final, te invito a
hacer lo siguiente: a partir de lo leído en este texto, leer nuevamente Gn 1-3
buscando que te aporta de nuevo el relato.
Después de haber leído este texto
te invito a rezar con todo lo que escribiste y pasarlo por el corazón
escuchando la canción Nuestro Dios de Julián Zini: