Anne nació el 25 de abril de 1911 en el Château de La Cour en Annecy-le-Vieux (Francia), hija de Jacques y Antoinette de Guigné. Ella fue la mayor de los cuatro hijos de este matrimonio. Desde muy pequeña fue una niña de mal carácter, caprichosa y desobediente que peleaba con sus hermanos; esto le preocupaba a sus padres y familiares; en una navidad Anne discutió con una de sus primas porque quería el regalo que había recibido ella y no el suyo, su madre tuvo que intervenir por la actitud de la niña y uno de sus abuelos expresó: “Compadezco a su madre cuando esta niña tenga 20 años”. Pero estas actitudes de Anne no durarían mucho tiempo, comenzó a cambiar desde su pronta y repentina conversión..
Voluntad y Gracia de DiosEl
29 de julio de 1915, la señora Antoinette de Guigné recibió la triste noticia
de que su esposo murió en la guerra (1° guerra mundial). Anne tenía solo 4 años
y medio, su madre le dijo: «Anne, si
quieres consolarme, tienes que ser buena»
A
partir de ese día, Anne decidió que se volvería amable y obediente, para
complacer a su madre y consolarla por la pérdida de su papá. El cambio fue inmediato:
ahora cumplía con sus deberes de la manera más perfecta posible, y sobre todo se
esforzó por no ser tan orgullosa y caprichosa. A menudo se quedaba despierta
por la noche esperando el beso de buenas noches de la madre para poder decir
algunas palabras para hacer feliz a su madre. Le decía a su madre: "Madre, solo piensa, papá ahora puede
vernos; nos ama y un día también nos reuniremos con él. Así que no lo estés triste."
Mientras
jugaba, Anne corría hacia su madre, si la veía triste, y le susurraba al oído:
"Madre querida, no llores, papá está en el cielo. Él está tan feliz. Él es
feliz para siempre. Nunca volverá a estar triste".
Amiga de Jesús
Dos semanas después de la muerte de su padre,
se celebró una misa solemne en la iglesia de Annecy-le-Vieux. Anne estaba con
su abuela y su tía Jeanne. Después de la Misa, su tía se detuvo a rezar por un
largo tiempo y en un momento recordó que estaba con Anne y le preguntó: “Quizás hemos estado aquí demasiado
tiempo; quieres que te dé mi ¿Rosario?" Anne respondió con franqueza: “Oh
no, tía Jeanne, estoy hablando con el pequeño Jesús.” Y su tía vio que
estaba mirando fijamente al Tabernáculo. Ella
tenía tan solo un poco más de cuatro años en ese momento, nació dentro de ella
el deseo de demostrarle a Jesús cuánto amor le tenía, ofreciéndole muchas sacrificios.
Anne
tenía un gran deseo de hacer su primera Comunión había ya comprendido
perfectamente que el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de
Jesús en la Santa Misa. Un día, ella estaba caminando con su abuelo y le
explicó todo esto:
Pasaron
por un almacén de trigo y Anne vio que había muchos granos esparcidos en el suelo.
El abuelo le preguntó: "Ana, ¿sabes qué se hace con el trigo?" Ana respondió:
"Dime, abuelo". Su abuelo comenzó: “El agricultor recoge el trigo y
luego lo muele y luego hace harina para nosotros. Usamos esta harina para hacer
pan y también para hacer las Hostias que el sacerdote nos ofrece en la Misa.
¿Sabes en qué se convierten las Hostias? Ana respondió: "El pequeño Jesús
viene y se esconde en las Hostias blancas, y se convierten en Jesús".
Primera Comunión y
Confirmación
En
octubre de 1916, la pequeña Anne, inició su catequesis en preparación para la
primera comunión con las Religiosas Auxiliadoras de Cannes. Para su primera
confesión le recomiendan no tener miedo y ella exclamó: “¿Por qué debería tener
miedo? El sacerdote ocupa el lugar de Dios, nuestro Señor.”
La
Superiora de las Auxiliadoras del Purgatorio considera que Anne está lista para
su primera comunión. El obispo, reacio, solicita un severo examen antes de
admitirla para realizar la primera comunión. Un Sacerdote Jesuita la examina. Estas son algunas de sus brillantes respuestas:
–
¿Qué sacramentos ha recibido? – El bautismo y la penitencia.
–
¿Y cuáles va a recibir? – La Eucaristía y la confirmación.
–
¿Y más tarde? – Tal vez el matrimonio.
–
¿Cuáles son tus defectos dominantes? – El orgullo y la desobediencia.”
¡No
sólo sabe el catecismo, se conoce a sí misma, y puede hacer su primera
comunión!
El
26 de marzo de 1917, Anne recibió su Primera Comunión. Ese día escribió: “Jesús mío, te amo y para complacerte,
resuelvo obedecerte siempre”. A su madre le escribió: "Lo intentaré, ser obediente siempre para agradar a Jesús y a
nuestra Madre celestial. Me parece que Jesús ha puesto este deseo en mi
corazón. Le dije que quería ser muy obediente y me pareció oírle decir:
"¡Pues bien, obedece!"
La capilla donde Anne recibió su primera Comunión |
Su catequista, la hermana Germaine, un día le hizo estas preguntas: “¿Cuál es tu secreto? Y ¿Cuál es la mayor felicidad en la tierra, según tú? Anne respondió: “Jesús me ama mucho y lo amo mucho; este es mi secreto y mi mayor felicidad es sufrir mucho por nuestro Dios misericordioso ".
Dibujo y texto de la pequeña Anne |
"Jesús en la pequeña hostia como te amo" |