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miércoles, 27 de noviembre de 2019

Kerigma y Catequesis N° 5: "ESQUEMA DEL ENCUENTRO DE CATEQUESIS" 1/2




Hola catequistas. Bienvenidos a otra publicación de este segmento, donde caminamos juntos en la visión de una catequesis más experiencial y kerigmática. En esta publicación voy a tratar la estructura del encuentro de catequesis, no para que ustedes lo copien y lo pongan en práctica así tal como está, sino para que puedan tomar elementos que los ayude a revisar y fortalecer sus encuentros y así poder profundizar un poco más en cada uno de los momentos del encuentro, y su importancia a la hora de prepararlo. Es un contenido muy extenso por lo tanto voy a dividir esta publicación en dos partes, en esta primera hablare de los dos primeros elementos del encuentro: La Situación y la Proclamación de la Palabra de Dios, continuando en la próxima publicación los otros puntos sobre la Proclamación de la Palabra de Dios y como último punto: La Respuesta de Fe.  Bueno empecemos:

1) PASOS PREVIOS:

Deben tener en cuenta que el encuentro NO SE HACE EN EL MOMENTO eso es importantísimo que lo sepan, no se puede improvisar. Tienen que poder destinar un tiempo de su semana, para pensarlo, rezarlo (fundamental) pedirle a Dios que los asista  con su sabiduría: “Mándala desde tus santos cielos, y de tu trono de gloria envíala, para que me asista en mis trabajos y venga yo a saber lo que te es grato”. (Sb 9,10). A continuación los elementos que deben  pensar para armar previamente el encuentro:
• Tema: En esta parte es en la que piensan el tema del día, no solamente teniendo en cuenta el programa, que a veces deben cumplir ciegamente, sino también teniendo en cuenta la realidad de sus catequizandos, ¿qué es lo que necesitan? ¿por dónde está pasando hoy su fe? ¿Qué necesitan reforzar o iluminar? Como un punto principal de partida para poder fijar una temática.

Para luego, plantearse los objetivos, teniendo como base, su tema elegido. No pueden dejar de poner objetivos, porque como ya hemos hablado en las otras publicaciones, el método catequístico, tiene un fin, que es el encuentro de los catequizandos con Cristo. El encuentro que armen  debe ayudar con un objetivo a corto plazo a llegar a esa gran meta.

• Los objetivos: Morales (Que quieren generar internamente en  sus  catequizandos, ya sean valores, virtudes, etc.)
                        Doctrinales (la enseñanza de la doctrina, ¿Qué enseña la Iglesia sobre este tema?)

• Acogida: Esto anótenlo en algún lugar o recuérdenlo bien: “¡¡¡DEBEN LLEGAR ANTES!!!” Eso ténganlo muy presente, que ellos sientan que los están esperando para el encuentro, que sientan que Jesús los está esperando. Es recomendable preparar un altar u ornamentar el lugar en donde se realizará el encuentro. 

Si es en una escuela, acá hago un paréntesis, díganle chau al orden de las mesas  y sillas  como si fuese una clase, no  sirve de nada una catequesis a la manera escolarizada, con catequistas como si fuesen docentes, si son docentes  y catequistas, está buenísimo porque su experiencia docente sirve muchísimo, pero la catequesis no es la escuela. Hay que sacarse el chip de docente  y entrar en la dinámica de Catequista, como un guía  y acompañante de la fe.

 También pueden preguntarles como pasaron la semana, que hicieron, o algún otro tema que se deseen hablar, se puede hacer una pequeña reseña de los vistos en el encuentro anterior para reafirmar conceptos, buscar de manera creativa ir captando su atención. Los catequizando experimentan en algunas ocasiones que el encuentro de catequesis no es divertido, sobre todo los jóvenes de la catequesis de Confirmación, con sus particularidades y desafíos. La catequesis se hace en forma de dialogo, para ello deben tener en cuenta estos tres puntos, pilares donde se apoya nuestro encuentro: La Situación, la Proclamación del Evangelio y la Respuesta de Fe.

2) SITUACIÓN

2.1) Cuestionamiento: el hombre busca a Dios y lo interroga.

Las preguntas que realicen deben ser retoricas, uno pregunta y uno mismo responde, abiertas y comprensibles para el grupo. Por ejemplo: a los adolescentes le hablan de Jesús amigo. Entonces comienzan diciendo ¿sus amigos los quieren, tienen un amigo que  quieren más que otro? ¿Tienen un amigo especial que su amor sobrepase el humano y los ame más que a nadie? En este caso están usando de trampolín la amistad de sus amigos, los cuales salen de escena. Los usan y luego lo dejan de lado, si preguntan, ¿Por qué los amigos los aman? Porque Dios por ese amigo esta manifestando su amor. El amor de este amigo es signo del amor de Dios. ¿Por qué Jesús los llama amigos? ¿Qué nos dice respecto a esta amistad? A partir de aquí siguen con la lectura. Este espacio es de tan solo 10 minutos aproximadamente, un  trampolín, el detonante para luego proclamar la Palabra. El tocar un determinado tema personal permite que estén abiertos para recibir la Palabra. Es lo que realiza Jesús con la samaritana (Juan 4, 1-42). Toda catequesis como toda Revelación de Dios  parte de una pregunta que se hace el hombre. Dios lo escucha. Él ha hecho a los hombres para que lo busquen. 
Pueden tener dos posibilidades: que vengan con preguntas preparadas, las cuales van a ir respondiéndose en orden de importancia, de urgencia, de interés de parte de los catequizando. Que no tengan preguntas, en este caso  deben tener la habilidad y el conocimiento para descubrir los cuestionamientos latentes. Deben poder explicarlos y formularlos.

2.2) Profundización del Conocimiento: tienen que ayudarlos a profundizar sus cuestionamientos. La situación humana, para ser respondida en toda su dimensión, tiene que ser examinada hasta sus raíces. Esta profundización los lleva a la dimensión religiosa y al planteo de fe dentro de la situación. 

El nexo: Debe darse entre cuestionamiento y la proclamación: El cuestionamiento del primer paso es iluminado en el segundo. El cuestionamiento no es una comparación, por eso el nexo no tiene que empezar con las palabras: " así como mi papá me ama". Sino: ¿Por qué mi papá me ama? Por ejemplo en una catequesis sobre Dios Padre partiendo del amor de Papá. Papá es el signo del amor de Dios. Se encierra el primer paso y se abre el segundo. Ustedes profundizan el cuestionamiento: si los cuestionamientos son superficiales, deben ayudarlos a profundizar. La profundización los lleva a la dimensión religiosa y al planteo de la fe. Siempre también teniendo en cuenta la realidad de sus catequizandos, si más de la mitad no tiene papás o están distanciados, esa pregunta habría que cambiarla por otra usando su creatividad e ingenio.

3) PROCLAMACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS

3.1) En la proclamación: Dios mismo viene al encuentro del hombre y le responde.
Este punto es el núcleo central de toda la catequesis. Es la que le da el verdadero sentido a la vida, la ilumina y es la fuente viva de la catequesis. 
La catequesis extraerá siempre su contenido de la fuente viva de la Palabra de Dios, transmitida mediante la Tradición y la Escritura, dado que «la Tradición y la Escritura constituyen el depósito sagrado de la Palabra de Dios, confiado a la Iglesia», como ha recordado el Concilio Vaticano II al desear que «el ministerio de la palabra, que incluye la predicación pastoral, la catequesis, toda la instrucción cristiana... reciba de la palabra de la Escritura alimento saludable y por ella dé frutos de santidad» (Const. dogm. sobre la divina Revelación Dei Verbum, nn. 10 y 24) 
La Palabra de Dios se hizo persona humana en Jesucristo y es anunciada por y en su Iglesia. Por esta razón es que se habla de la dimensión cristocéntrica de la catequesis. Jesús es fuente, contenido, y mediador de la Palabra, el mismo es el contenido fundamental de toda catequesis.

A) Lo esencial es el encuentro de cada uno con Dios: Para poder hacer con fruto la Proclamación de la Palabra de Dios deben preparar los corazones de aquellos a quien se dirige la Palabra. La actitud de fe se adquiere  necesariamente en un clima de oración y de disposición de escucha al Señor. Para lograr lo propuesto necesitan propiciar UN PRIMER MOMENTO DE SILENCIO.

La iniciación al silencio, clima de oración, de encuentro con Dios, de actitud de escucha. Dios es el que toma la iniciativa y nosotros decimos como Samuel: “habla Señor que tu siervo escucha” 1 Sam. 3,10. Es una condición indispensable para esta actitud de fe, también lo son la admiración y la disponibilidad. La admiración es la capacidad de maravillarse y de asombrarse ante la  novedad y la grandeza de lo que Dios hace y dice. La disponibilidad se muestra en responder a la invitación de Dios y obedecer sus mandatos.

B) Es el momento de la lectura de la cita bíblica, en donde Dios busca al hombre con toda la riqueza de su Palabra.

 3.2) LA APROPIACIÓN: Un entender lo que Dios dijo. Lo leído tiene que ser entendido, por eso deben que facilitar la lectura, definir palabras difíciles y realizar un comentario acotado para que pueda comprenderse mejor la lectura, este momento se responde a la pregunta ¿qué dice literalmente el texto? Sin realizar interpretaciones, lograr que los chicos puedan ubicar en espacio y tiempo con su ayuda, donde transcurre esa escena de la Biblia.

3.3) APLICACIÓN o INTEREORIZACIÓN ¿Qué me dice? Cada catequizando debe descubrir que le está diciendo  Dios, porque Él nos habla a cada uno en forma personal. Para esto es necesario releer la lectura en silencio, dejar resonar los verbos del pasaje leído, alguna palabra que resuene, imaginar la escena, etc. Acá deben  tener un rol activo, pudiendo ir guiando el momento, respondiendo las dudas  u orientando si es necesario de manera mas personal.


Espero que este material les sirva de ayuda para seguir caminando en este camino apasionante de la catequesis. A no bajar los brazos, el camino no es fácil, pero sabemos que ponen su  granito en la construcción del Reino de Dios. No se olviden de leer la otra parte que sigue.  Bendiciones y saludos desde San Juan.


Enzo Villavicencio. Seminarista de la Arquidiocesis de San Juan de Cuyo
(La segunda parte se publicará el próximo miércoles 4 de Diciembre)

Bibliografía: 
Const. dogm. sobre la divina Revelación Dei Verbum, nn. 10 y 24
Exhortación Apostólica Postsinodal: Cathechesi Tradendae n° 27
http://canonesasdelacruz.com/wp-content/uploads/2015/07/metodologia_catequistica.pdf

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lunes, 18 de noviembre de 2019

BOLETÍN MONS. ORZALI, Siervo de Dios. N° 8 "Cura de San Miguel"



En junio de 1906 Monseñor Espinosa convoca al padre Orzali al palacio Arzobispal, allí le dice:
-         Acaba de fallecer el padre Delheye y he pensado en ponerte a ti en San Miguel. Eres el hombre para eso. Además sé que andas bastante endeudado por tus muchas obras parroquiales y en Santa Lucía muy difícilmente saldrás a flote. En San Miguel, en cambio, parroquia de más recursos, podrás allegar el dinero que necesitas para liquidar tus obligaciones.
-         Monseñor -contestó Orzali-, Su Eminencia disponga de mi pobre persona en la forma que crea más conveniente para el bien de la Arquidiócesis.
-         Bueno, ni una palabra más -dijo Espinosa-. Prepárate para dejar Barracas.
Al llegar a Santa Lucía, los padres tenientes que lo acompañaban en su pastoral parroquial, al notarlo abstraído de a ratos le preguntaron:
-         ¿Qué pasa, padre Orzali, qué pasa?
-         Ha muerto el padre Delheye - dijo casi musitando.
-         ¿Ah, y usted ha sido nombrado cura en su lugar? -le preguntaron los tenientes. El padre Orzali no contestó; pero creyó responder sonriendo amargamente, con el pesar de dejar el trabajo realizado en los 16 años como cura de Santa Lucía.

El 1 de julio de aquel año, el padre Orzali se despidió oficialmente de Santa Lucía. Bromeando decía a sus amigos: “Ahora soy cura de la aristocracia. No voy a ir de a pie, como acostumbro a andar en Barracas, Deberé tomar un coche. Ahora somos ricos…” (y reían donosamente).

El 7 de Julio entró silenciosamente en su nueva parroquia. Al día siguiente, ante un gran gentío, prestó el juramento de práctica a Mons. Espinosa. Al salir del templo, una muchedumbre lo esperaba. Relata Entraigas, en “El Buen Pastor de Cuyo”, que «creía Orzali que en el centro nadie lo conocía; pero no sólo lo conocían, sino que lo apreciaban de veras. De modo que salió de los brazos de Barracas para caer en los de los fieles de la calle Cuyo». Y, continúa el biógrafo, rezo:
-         Me has traído, Señor, de la tierra al asfalto. Te ruego, buen Dios, que éste tu siervo sea siempre el mismo, en los lodazales del riachuelo que sobre las alfombras del centro…

Los años de labor en San Miguel lo muestran en gran cantidad de actividades. Él no sabe decir que no, por eso es infatigable en el esfuerzo. El 10 de septiembre de 1909, Pio X le extiende el título de Prelado Doméstico, y empieza a vestir el hábito violáceo. El 25 de noviembre de 1910, celebra sus bodas de plata sacerdotales.

Autor: Martín Sillero (Seminarista de la Arquidiocesis de San Juan de Cuyo)

Biografía:

CALATAYUD, Ángel (1960). Rosas. Ediciones Rosarinas. Buenos Aires, Argentina.
CASTRO, Ana E. (1998) José Américo Orzali. Fundador, Obispo y misionero. Arzobispado de San Juan de Cuyo. San Juan, Argentina.
DE JESÚS, María Araceli. (2012). Padre y Pastor: Vida y obra de Mons. Américo Orzali. Ágape Libros. Buenos Aires, Argentina.

ENTRAIGAS, Raúl A. (1949) El Buen Pastor de Cuyo. 2da edición. Editorial Difusión. Buenos Aires, Argentina.





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sábado, 9 de noviembre de 2019

"Este es el Amigo que no falla" - Homilía Dominical de Monseñor Angelelli


Obra de Ada Mercedes Cid


Macabeos 7,1-2.9-14. / Salmo 17(16),1.5-6.8.15. / Tesalonicenses 2,16-17.3,1-5.

Evangelio según San Lucas 20,27-38.

Se acercaron a Jesús algunos saduceos, que niegan la resurrección, y le dijeron: "Maestro, Moisés nos ha ordenado: Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda. Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos. El segundo se casó con la viuda, y luego el tercero. Y así murieron los siete sin dejar descendencia. Finalmente, también murió la mujer. Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?". Jesús les respondió: "En este mundo los hombres y las mujeres se casan, pero los que sean juzgados dignos de participar del mundo futuro y de la resurrección, no se casarán. Ya no pueden morir, porque son semejantes a los ángeles y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección. Que los muertos van a resucitar, Moisés lo ha dado a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Porque él no es un Dios de muertos, sino de vivientes; todos, en efecto, viven para él".


Homilía de Monseñor Enrique Angelelli, 8 de Noviembre de 1972 (Domingo 32 Ciclo C)

Acabamos de escuchar del Apóstol San Pablo, en la carta que les dirigió a los cristianos de Tesalónica, lo siguiente: "Hermanos: que N.S. Jesucristo y Dios nuestro Padre que nos amó y nos dio gratuitamente un consuelo eterno y una feliz esperanza, os reconforte y fortalezca en toda buena obra y en toda palabra buena" (Tes 2,15). Y así es; "yo sé en Quien creo y en Quién he puesto mi confianza", nos dice el mismo Pablo en otro pasaje de la Escritura. Hoy necesitamos los hombres, poder decir esto de Pablo; poder apoyarse en quien no puede fallar; necesitamos descubrir la dimensión del amigo y lo que significa el amigo en la vida; necesitamos estar seguros que nos apoyamos en una Roca y no en arena que se la lleva el viento y es escurridiza.

Vivimos situaciones en la vida, donde la palabra parecería que ya no tiene valor; en que el "otro" no sé si es digno de confianza o un delator; vivimos el desencuentro entre hermanos, entre compatriotas, entre grupos; entre hermanos en quienes nunca creíamos encontrar la infidelidad o la traición. Y Pablo, en su vida, como innumerables hombres sellados por el bautismo, pueden decir: "Yo sé en quién creo y en quién he puesto mi confianza". Sé por qué he jugado mi vida y he renunciado a valores humanos para servir mejor a mis hermanos. 

Y porque a veces no podemos hacer esta afirmación de sabernos seguros en Quién, en la vida, nos apoyamos, porque hasta Cristo ya no es el Señor y el Amigo de la mente y el corazón nuestros, destilamos con nuestras palabras, con nuestras actitudes, con nuestras acciones, la inseguridad, el miedo y la frustración de nuestra vida. 

Recuerdo que una tarde el Papa Juan XXIII - Juan el Bueno- le decía a un intelectual francés, mientras le enseñaba el Observatorio Astronómico de Castelgandolfo: "Mire, le decía, esos sabios astrónomos, para guiar a los hombres se sirven de instrumentos complicadísimos; yo no los conozco; me contento, como Abrahám, con avanzar en la noche, un paso tras otro, a la luz de las estrellas, a la luz de la estrella de la Fe". Ésta era la transparencia del alma de Juan el Bueno. El mismo que nos cuenta que una noche no podía dormir agobiado por los problemas de su misión universal. De pronto, se pregunta: pero bueno ... ¿quién es el gobierno de la Iglesia? ¿Eres tú, Juan, o es el Espíritu Santo? .. Como es el Espíritu Santo ... duerme Juan.
Como ven, lo importante es ser lúcido y dóciles al Espíritu de Dios para percibir lo que Él realiza en el corazón de cada hombre y de todos los hombres, en el corazón de la comunidad cristiana y en el mundo.Y un 25 de Enero de 1959, impulsado por el Espíritu Santo, convocaba a todos los cristianos a un Concilio Universal. He traído estos hechos porque nos ayudarán mejor a comprender lo que dice el apóstol Pablo: "Sé en Quién creo y en Quién pongo mi confianza".

Acaba de clausurarse un Sínodo Universal en la Iglesia. En el mismo, dos elementos han intervenido: Dios y los hombres cargados con una misión de servicio del Evangelio. Hace cinco años se clausuraba ese Concilio convocado por el Papa Juan y se lo lanzaba al mundo que busca afanosamente su identidad, el verdadero sentido de la vida, "razones para vivir y para esperar". En cinco años, cuántas cosas vividas en la Iglesia y en el mundo; cuántos acontecimientos alegres y dolorosos; cada día parecería que las "angustias y los dolores, las alegrías y las esperanzas" de toda la humanidad le dan un lanzazo al costado de la Iglesia, le dan un lanzazo al corazón de cada cristiano, para que le aseguremos lo del apóstol Pablo: "Sé en Quién creo y en Quién puse mi confianza". Cristo es el Liberador y Salvador en el sentido bíblico, y es Quién le dará a cada hombre el sentido de su vida; pero ese Cristo habla por la voz o en los silencios de cada hombre, de cada uno de nosotros, de ustedes que están solos en el interior de La Rioja.

Amigo, Éste es el Amigo que no falla; Éste es el Dios hecho carne en su carne. Éste es el Cristo crucificado mientras usted y yo, nos llamemos opresores u oprimidos, buscamos dolorosamente el día de nuestra resurrección, de nuestra pascua. No crea que es sin importancia lo que le sugiero; píenselo. Aquí, en Él, debemos buscar las soluciones para confraternizar, para construir la paz.

Con el Concilio se ha cerrado definitivamente una época y se ha abierto otra. Un nuevo Pentecostés sacude a la Iglesia y al mundo; todas las esclavitudes y todo dolor busca el camino de una "nueva tierra y nuevos cielos". Son sistemas que caen definitivamente abriéndose paso a otros nuevos que exigen la creatividad nuestra. Se hará con mucho dolor porque el pecado y las estructuras de pecado seguirán obstruyendo el paso a una nueva comunidad de hombres que nos amemos y juntos construyamos la felicidad de todos. No crea que le digo frases bonitas para los hombres de esperanza; no es una utopía, es la gran tarea exigida de cada cristiano, de cada hombre que no renuncia a tener un corazón recto y limpio. A usted y a mí se nos exigirá ojos limpios para ver, manos limpias para construir, corazón limpio para amar, lengua limpia para anunciar la Buena Nueva de Salvación, oídos abiertos para escuchar el clamor de Dios en cada riojano que ha sido creado por Dios para participar de la misma mesa donde no falte ni el pan que alimenta los cuerpos, ni la Eucaristía que da vigor a la vida y estrecha a los hombres en hermanos.

El domingo pasado decíamos que toca a las comunidades cristianas discernir a la luz de la Fe, los hechos y los acontecimientos de la vida diaria y buscar las soluciones culturales, sociales, políticas y económicas que cambien el actual estado de cosas. Cuando en repetida veces, dijimos que hemos optado por una pastoral liberadora de nuestro pueblo, no es más que tratar de hacer realidad lo que el Magisterio de la Iglesia nos exige a todos los cristianos. Comprendemos las distintas reacciones que un cambio cada vez más profundo va reclamando de todos nosotros si queremos ser fieles al Evangelio. Todos sabemos que lo que se hace en la mentira, en el aprovechamiento de posiciones o factores de poder mal ejercido, no construye, destruye y ahonda el dolor de un pueblo. Ayudemos a que todos los esfuerzos sanos, honestos, rectos y desinteresados para solucionar los problemas de nuestro pueblo, sirvan para ir construyendo una sociedad según el Plan de Dios. Como cristianos, jugarnos para construir una Rioja nueva, no es ajeno a la Fe; es una exigencia; es un deber y un desafío de la hora histórica en que vivimos.

Me pregunto: ¿por qué se hace tan difícil y casi un Vía Crucis conjugar el sufrimiento de nuestro pueblo al buscar soluciones que den respuestas a los problemas graves en que vive? ¿Solamente son factores naturales? ¿Están en juego otros intereses que detienen la marcha? Si cada día vamos perdiendo cada vez más la confianza en el hombre, y se convierten en el pan de cada día la delación y la represión, pensemos a tiempo, que por este camino no construiremos; ahondaremos un sentido de frustración que puede tomar cualquier camino.


Hasta el domingo.







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