-No es el momento de levantar
los brazos en signo de triunfo o de cruzarlos en signo de “la lucha terminó”, “lo logramos”, considero que es el momento de
abrir y extender los brazos en acciones concretas a favor de la vida-
En la madrugada de hoy
la mayoría de los senadores de la República Argentina votaron en contra de la
aprobación del proyecto de ley de despenalización del aborto.
El debate sobre este
proyecto de ley se instaló fuertemente en todos los ámbitos de nuestra sociedad
argentina e incluso ha tenido repercusiones internacionales. Pero
lamentablemente este debate produjo “una gran grieta” en Argentina, una
división de la sociedad, que lamentablemente a veces se expreso de forma
violenta desde ambos sectores (a favor o en contra de la legalización del
aborto).
Podríamos decir que
este debate llegó a un punto final (en
instancias legislativas) pero yo considero que se abre un nuevo debate: ¿Cómo
salvar la vida de todos?. Un interrogante que deben responder concretamente los sectores y/o
movimientos opositores a la legalización del aborto ( que se manifestaron bajo el lema: "Salvemos las 2 vidas"). Como así también aquellos sectores y/o movimientos que se manifestaron a favor de la aprobación de esta ley. Cabe mencionar que muchas personas optaron por
esta decisión también en defensa de la vida, manifestando su preocupación por aquellas mujeres que sufren
las consecuencias de la clandestinidad del aborto, consecuencias que conducen a la muerte, en algunos casos.
Por lo tanto considero
que desde ambos sectores se deben abandonar algunas barreras: la violencia, el
triunfalismo o el fatalismo y se deben realizar
propuestas, proyectos y acciones concretas en defensa de la vida.
Debemos pensar cómo
atender y acompañar las distintas realidades que atentan contra la vida:
Debemos pensar como
acompañar a aquellas mujeres víctimas de violación y también elevar un grito de
justicia para que los violadores sean condenados.
Debemos pensar como
acompañar a aquellas mujeres embarazadas que caen en la desesperación o
depresión porque lamentablemente no pueden solventar económicamente las
necesidades básicas de sus hijos. (“Las
mujeres pobres”, estuvieron muy presentes en los discursos de ambos
sectores)
Debemos acompañar a
aquellas mujeres que sufren las consecuencias de la clandestinidad del aborto
para evitar más muertes y denunciar esta práctica para que sea efectiva la penalización
de la misma.
Debemos acompañar a
aquellas mujeres que deciden no ser madres (sin juzgarlas).
Recordemos este
conocido refrán: “Manos a la obra”
Diego E. Olivera
Hermosa tu reflexion hijo. Gracias a Dios que nos permitio siempre decir si a la vida. A seguir acompañando a las mujeres que sufren el desamparo y la violencia no sooamente fisica sino tambien simbolica. Te amamos.
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