Breve biografía:
Esposa, viuda y luego se vistió con el hábito
Josefa Saturnina Rodríguez -luego Madre Catalina de María- nació en Córdoba el 27 de noviembre de 1823. Cuando tenía tres años perdió a su madre y a los 9 a su padre. Estos hechos fueron determinantes en su vida, ya que su educación quedó a cargo de sus tías Luisa e Ignacia Orduña, de profunda fe religiosa.
Su vocación despertó alrededor de 1840. Pero no pudo cumplir con su vocación porque en la Argentina y sus alrededores sólo había conventos de clausura, y no existía en ese momento la opción de vida religiosa apostólica para las mujeres. Se dedica entonces a promover y sostener la obra de los Ejercicios Espirituales, y a los 29 años contrae matrimonio con el coronel Manuel Antonio de Zavalía, viudo, padre de dos niños. En los trece años que duró su matrimonio fue modelo de esposa y madre. Así, cuando en 1865 murió su esposo, quedó libre para concretar su primera vocación, que se despertó con mayor vehemencia.
Pero para llegar a este sueño dorado, pasaron siete largos años llenos de obstáculos y luchas que impedían su realización. Finalmente el 29 de septiembre de 1872 fundó en Córdoba el instituto de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús (Esclavas Argentinas), dedicado a la educación y promoción de la mujer y atención de casas de ejercicios espirituales.
La Madre Catalina fue una mujer cordobesa de su tiempo que buscó vivir la plenitud del amor a Dios y al prójimo como laica, como madre y como religiosa.
En 1877, invitada por el padre José Gabriel Brochero, el “Cura Brochero”, hoy santo, se instaló en Villa del Tránsito (Córdoba), y ambos tuvieron una fecunda misión en la Iglesia de fines del siglo XIX, sobre todo en la evangelización de las sierras cordobesas y la difusión de los ejercicios espirituales.
La religiosa murió el 5 de abril de 1896, en el atardecer de un domingo de Pascua, y fue declarada venerable el 17 de diciembre de 1997 por el papa Juan Pablo II.
Testimonios
María Silvia Fiorentino ecj, Madre General de la Congregación de Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús:
“La Madre Catalina vivió en una época bastante convulsionada
políticamente, el siglo XIX, cuando la Patria se hacía Patria. Pasó por todos
los estados de vida, en orden: fue laica, madre y religiosa. Madre Catalina
supo ver más allá, eso hace el santo. El santo muestra aquello que los demás no
ven a simple vista, el que se puede proyectar a pesar de todo, el que es capaz
de dar la vida, saltos culturales, físicos, políticos, geográficos, el que es
capaz de ir a las periferias existenciales que dice el Papa”.
Marita Barrionuevo ecj, vicepostuladora de la causa:
“Tuvimos que probar que Madre Catalina vivió de
una manera heroica, ese es el proceso que la Iglesia tiene para reconocer
públicamente que una persona vivió de manera radical las virtudes cristianas.
Las instancias son 4: primero son siervos de Dios; después venerables; luego
beatos y, por último, santos. En 1997, San Juan Pablo II es quien firma el
decreto reconociéndola venerable. La causa del santo Cura Brochero y la de
Madre Catalina han marchado juntas y ambas coincidieron con la misma
postuladora, la Dra. Silvia Correale. En 2012 buscamos las gracias de la Madre
Catalina que pudieran probarse como un milagro y ahí en ese‘ranking’ de gracias
nos abocamos al milagro de Sofía Acosta de Valdez que aconteció en Tucumán en
1997. Y elegimos ese acto extraordinario iniciando el proceso diocesano en esa
arquidiócesis. Duró 3 meses, se citaron a los testigos y médicos intervinientes
en el marco de un juicio canónico. El 27 de noviembre (día de cumpleaños de
Madre Catalina) se cerró el proceso diocesano y se enviaron las conclusiones a
Roma. Desde 2013 al 2016 estuvimos esperando y fuimos sumando informes médicos
ya que Sofía se había muerto de un infarto. Los peritos de Roma debían
expedirse sobre si se trataba de un hecho extraordinario. Estuvimos en stand
by en Argentina mientras en Roma estaban a full. El 7 de
Julio de 2016 la Junta Médica aprobó por unanimidad que había sucedido una
intervención extraordinaria en esta curación. El 19 de enero del 2017 se reunió
la Junta Teológica y ahí ya nos dimos cuenta de que se venía la beatificación.
Esa Junta prueba que Eugenia (hija de Sofía) invocó a Madre Catalina, su
intervención fue muy explícita y con testigos. Luego llega la Comisión de
Cardenales que aprueban, en abril. Y el 8 de mayo de 2017 el Papa Francisco firmó
el famoso decreto que esperábamos donde se declaraba beata a la Madre”.
Eugenia Valdez, hija de la señora Sofía Acosta que experimentó
el extraordinario milagro que se le atribuye a Madre Catalina, la futura beata
argentina:
“Les
voy a contar lo que pasó hace 20 años, el 22 de abril. Eran las 9 de la noche.
‘La Mamá’ me dijo que fuera a su casa a comer una ensalada que ella me había
preparado [Eugenia, su esposo y su hijo viven en una vivienda ubicada delante
de la de Sofía] y de repente sentimos un ruido muy fuerte, como si se hubiesen
caído muchas asaderas al piso. Salgo al patio y lo veo a mi papá que me
gritaba. Llegué corriendo. Mi mamá estaba tirada en el piso de la cocina y ‘El
papá’ le sostenía su cabeza. ‘La Mamá’ estaba muy mal, no respondía. Mi
papá cruzó a buscar al Dr. Venturini y quedé yo sosteniéndole la cabeza. Ahí
‘La Mamá’ hizo una inspiración muy profunda, tiró su brazo al costado y perdió
sus signos vitales. Ella fallece en mis manos. Llegaron mi esposo y mi hijo. Yo
fui a buscar un auto. Llegó mi vecino Luis Nievas que me ofrece llevarnos él.
‘La Mamá’ estaba sin vida, rígida, helada, blanca. Se acerca otra vecina,
Fanny. Nos fuimos al Sanatorio Galeno. Entramos a la Guardia. La atendieron.
Cuando sale el médico nos dice que ‘La Mamá’ había fallecido. Yo le dije al
médico que volviera junto a mi madre, que la Madre Catalina la iba a salvar:
‘Vuelva y haga lo que tenga que hacer’. Yo sabía que la Madre Catalina me la
iba a devolver. El médico volvió y mi mamá volvió. La dejaron internada en
Unidad Coronaria y nos dijeron que era muy probable que quedara como una
plantita. Mi amiga Liliana me había traído el ‘Detente’ de la Madre Catalina
que tiene un pedacito de su hábito. Cuando entro al cuarto donde estaba mi
madre, se lo puse en su cabeza, en su corazón, en su almohada, y seguíamos
rezando. En el colegio todos rezaban para que ‘La Mamá’ se recuperara. La
evolución de mi madre fue muy rápida. En 10 días ya la tuvimos de vuelta en
casa. Y ahora ella está muy bien. Su cuerpo no tiene secuelas. Esto fue durante
muchos años un secreto, un regalo que la Madre Catalina nos había hecho. Ahora
llegó el tiempo de compartirlo con todo el mundo, con alegría, con mucha fe.
Hay que dejar todo en manos de Dios porque Él sabe por qué hace las cosas”.
La ceremonia de beatificación que se realizará el próximo sábado 25 de noviembre, a las 10 hs, en el Centro Cívico del Bicentenario Brigadier General Juan Bautista Bustos, conocido popularmente como “el panal”, será transmitida en vivo y en directo por la Televisión Pública, EWTN, Orbe 21, Canal 8 y 12 de Córdoba, y más de 30 canales de aire desde Ushuaia hasta La Quiaca.
En tanto que la emisora FM S.E.R. (Servicio de Evangelización Radial) hará una transmisión híbrida (sin sellos distintivos ni publicidad) para ser tomada por cualquier radio desde www.fmser.org o desde la aplicación FM S.E.R. Contacto con la Producción: 11 5 667 3484.
Fuente: Area de Prensa, Beatificación de Madre Catalina
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