"El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido.
El me envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vender los corazones heridos, a proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los prisioneros."
(Isaias 61,1)
El pasado
19 de Noviembre se celebró la 1° Jornada Mundial de los Pobres
promulgada por el Santo Padre Francisco, bajo el lema “No amemos de palabra sino con obras”.
A continuación
les comparto links de distintas entradas de este blog en donde encontraran información
de esta jornada, tambien sobre la opción preferencial por los pobres de la Iglesia
católica y sobre algunos santos que estuvieron al servicio de los más pobres:
Josefa Saturnina Rodríguez -luego Madre Catalina de María- nació en Córdoba el 27 de noviembre de 1823. Cuando tenía tres años perdió a su madre y a los 9 a su padre. Estos hechos fueron determinantes en su vida, ya que su educación quedó a cargo de sus tías Luisa e Ignacia Orduña, de profunda fe religiosa.
Su vocación despertó alrededor de 1840. Pero no pudo cumplir con su vocación porque en la Argentina y sus alrededores sólo había conventos de clausura, y no existía en ese momento la opción de vida religiosa apostólica para las mujeres. Se dedica entonces a promover y sostener la obra de los Ejercicios Espirituales, y a los 29 años contrae matrimonio con el coronel Manuel Antonio de Zavalía, viudo, padre de dos niños. En los trece años que duró su matrimonio fue modelo de esposa y madre. Así, cuando en 1865 murió su esposo, quedó libre para concretar su primera vocación, que se despertó con mayor vehemencia.
Pero para llegar a este sueño dorado, pasaron siete largos años llenos de obstáculos y luchas que impedían su realización. Finalmente el 29 de septiembre de 1872 fundó en Córdoba el instituto de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús (Esclavas Argentinas), dedicado a la educación y promoción de la mujer y atención de casas de ejercicios espirituales.
La Madre Catalina fue una mujer cordobesa de su tiempo que buscó vivir la plenitud del amor a Dios y al prójimo como laica, como madre y como religiosa.
En 1877, invitada por el padre José Gabriel Brochero, el “Cura Brochero”, hoy santo, se instaló en Villa del Tránsito (Córdoba), y ambos tuvieron una fecunda misión en la Iglesia de fines del siglo XIX, sobre todo en la evangelización de las sierras cordobesas y la difusión de los ejercicios espirituales.
La religiosa murió el 5 de abril de 1896, en el atardecer de un domingo de Pascua, y fue declarada venerable el 17 de diciembre de 1997 por el papa Juan Pablo II.
Testimonios
María Silvia Fiorentino ecj, Madre General de la Congregación de Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús:
“La Madre Catalina vivió en una época bastante convulsionada
políticamente, el siglo XIX, cuando la Patria se hacía Patria. Pasó por todos
los estados de vida, en orden: fue laica, madre y religiosa. Madre Catalina
supo ver más allá, eso hace el santo. El santo muestra aquello que los demás no
ven a simple vista, el que se puede proyectar a pesar de todo, el que es capaz
de dar la vida, saltos culturales, físicos, políticos, geográficos, el que es
capaz de ir a las periferias existenciales que dice el Papa”.
Marita Barrionuevo ecj, vicepostuladora de la causa:
“Tuvimos que probar que Madre Catalina vivió de
una manera heroica, ese es el proceso que la Iglesia tiene para reconocer
públicamente que una persona vivió de manera radical las virtudes cristianas.
Las instancias son 4: primero son siervos de Dios; después venerables; luego
beatos y, por último, santos. En 1997, San Juan Pablo II es quien firma el
decreto reconociéndola venerable. La causa del santo Cura Brochero y la de
Madre Catalina han marchado juntas y ambas coincidieron con la misma
postuladora, la Dra. Silvia Correale. En 2012 buscamos las gracias de la Madre
Catalina que pudieran probarse como un milagro y ahí en ese‘ranking’ de gracias
nos abocamos al milagro de Sofía Acosta de Valdez que aconteció en Tucumán en
1997. Y elegimos ese acto extraordinario iniciando el proceso diocesano en esa
arquidiócesis. Duró 3 meses, se citaron a los testigos y médicos intervinientes
en el marco de un juicio canónico. El 27 de noviembre (día de cumpleaños de
Madre Catalina) se cerró el proceso diocesano y se enviaron las conclusiones a
Roma. Desde 2013 al 2016 estuvimos esperando y fuimos sumando informes médicos
ya que Sofía se había muerto de un infarto. Los peritos de Roma debían
expedirse sobre si se trataba de un hecho extraordinario. Estuvimos en stand
by en Argentina mientras en Roma estaban a full. El 7 de
Julio de 2016 la Junta Médica aprobó por unanimidad que había sucedido una
intervención extraordinaria en esta curación. El 19 de enero del 2017 se reunió
la Junta Teológica y ahí ya nos dimos cuenta de que se venía la beatificación.
Esa Junta prueba que Eugenia (hija de Sofía) invocó a Madre Catalina, su
intervención fue muy explícita y con testigos. Luego llega la Comisión de
Cardenales que aprueban, en abril. Y el 8 de mayo de 2017 el Papa Francisco firmó
el famoso decreto que esperábamos donde se declaraba beata a la Madre”.
Eugenia Valdez, hija de la señora Sofía Acosta que experimentó
el extraordinario milagro que se le atribuye a Madre Catalina, la futura beata
argentina:
“Les
voy a contar lo que pasó hace 20 años, el 22 de abril. Eran las 9 de la noche.
‘La Mamá’ me dijo que fuera a su casa a comer una ensalada que ella me había
preparado [Eugenia, su esposo y su hijo viven en una vivienda ubicada delante
de la de Sofía] y de repente sentimos un ruido muy fuerte, como si se hubiesen
caído muchas asaderas al piso. Salgo al patio y lo veo a mi papá que me
gritaba. Llegué corriendo. Mi mamá estaba tirada en el piso de la cocina y ‘El
papá’ le sostenía su cabeza. ‘La Mamá’ estaba muy mal, no respondía. Mi
papá cruzó a buscar al Dr. Venturini y quedé yo sosteniéndole la cabeza. Ahí
‘La Mamá’ hizo una inspiración muy profunda, tiró su brazo al costado y perdió
sus signos vitales. Ella fallece en mis manos. Llegaron mi esposo y mi hijo. Yo
fui a buscar un auto. Llegó mi vecino Luis Nievas que me ofrece llevarnos él.
‘La Mamá’ estaba sin vida, rígida, helada, blanca. Se acerca otra vecina,
Fanny. Nos fuimos al Sanatorio Galeno. Entramos a la Guardia. La atendieron.
Cuando sale el médico nos dice que ‘La Mamá’ había fallecido. Yo le dije al
médico que volviera junto a mi madre, que la Madre Catalina la iba a salvar:
‘Vuelva y haga lo que tenga que hacer’. Yo sabía que la Madre Catalina me la
iba a devolver. El médico volvió y mi mamá volvió. La dejaron internada en
Unidad Coronaria y nos dijeron que era muy probable que quedara como una
plantita. Mi amiga Liliana me había traído el ‘Detente’ de la Madre Catalina
que tiene un pedacito de su hábito. Cuando entro al cuarto donde estaba mi
madre, se lo puse en su cabeza, en su corazón, en su almohada, y seguíamos
rezando. En el colegio todos rezaban para que ‘La Mamá’ se recuperara. La
evolución de mi madre fue muy rápida. En 10 días ya la tuvimos de vuelta en
casa. Y ahora ella está muy bien. Su cuerpo no tiene secuelas. Esto fue durante
muchos años un secreto, un regalo que la Madre Catalina nos había hecho. Ahora
llegó el tiempo de compartirlo con todo el mundo, con alegría, con mucha fe.
Hay que dejar todo en manos de Dios porque Él sabe por qué hace las cosas”.
La ceremonia de beatificación que se realizará el próximo sábado 25 de noviembre, a las 10 hs, en el Centro Cívico del Bicentenario Brigadier General Juan Bautista Bustos, conocido popularmente como “el panal”, será transmitida en vivo y en directo por la Televisión Pública, EWTN, Orbe 21, Canal 8 y 12 de Córdoba, y más de 30 canales de aire desde Ushuaia hasta La Quiaca.
En tanto que la emisora FM S.E.R. (Servicio de Evangelización Radial) hará una transmisión híbrida (sin sellos distintivos ni publicidad) para ser tomada por cualquier radio desde www.fmser.org o desde la aplicación FM S.E.R. Contacto con la Producción: 11 5 667 3484.
Fuente: Area de Prensa, Beatificación de Madre Catalina
Rafael Adolfo Tello
nació en La Plata el 7/8/1917. Desde
1918 vivió en Buenos Aires. Su
familia era de Yala (Jujuy), donde pasó largas temporadas en su infancia. Luego de sus estudios secundarios ingresó en la
Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires donde se recibió de
abogado en 1944 a los 27 años. En esa época militó activamente en la Acción
Católica ("Yo fui dirigente de la Acción Católica, yo era encargado de la zona más pobre de Buenos Aires: la parroquia de Cristo Obrero y toda esa zona del Riachuelo"-14/10/1998). Ingresó al seminario de la Arquidiócesis de
Buenos Aires en 1945. Se ordenó sacerdote el 23/09/1950.
En 1953 fue nombrado Asesor de la JUC (Juventud
Universitaria Católica) y vivió en un pensionado de jóvenes universitarios. En
1958 fue nombrado director de estudios y profesor del filosofado en el Seminario Mayor de Villa Devoto siendo rector el P. Eduardo Pironio y el P. Lucio Gera Director de Teología. Entre 1966 y 1973 se desenvolvió como perito de la COEPAL (Comisión Episcopal
de Pastoral, creada para animar la recepción del Concilio Vatinao II y dirigida
inicialmente por los obispos Marengo, Zaspe y Angelelli). Fruto de un accidente
de tránsito en 1969 le descubrieron cáncer en el intestino. Dos años después
fue operado y queda con una colostomía que lleva por el resto de su vida.
En
esos tiempos asesoraba a los sacerdotes del Movimiento de Sacerdotes para el
Tercer Mundo e intervino en la nueva orientación que tomó el santuario de San
Cayetano de Liniers. En 1975 inspiró la primera Peregrinación Juvenil a Luján (Peregrinación a la Virgen de Luján - P. Rafael Tello),
por esos años animó el Movimiento Juvenil Evangelizador y asesoró a varias
congregaciones de religiosas.
Ultimos años y fallecimiento
Se retiró de la vida pública de la Iglesia en marzo
de 1979. En estos años de reclusión mantuvo contacto con sacerdotes interesados
en la evangelización de los más pobres e inspiró la creación de la asociación
privada de fieles “Santa María Estrella de la Evangelización” (conocida como la
Cofradía de la Virgen), la asociación “Negrito Manuel” y la fundación
“Saracho”.
Desde 1984 hasta pocos días antes de morir se reunía semanalmente
–reuniones conocidas como la escuelita-
en su casa con sacerdotes amigos para hablar de distintos temas relativos a la
pastoral popular. En
septiembre del 2001 se mudó a Luján con la intención de morir cerca de la
Virgen, deseo que se cumplió el 19 de abril del año 2002.
La figura del sacerdote
Rafael Tello, siempre admirado por quienes lo trataron, empieza también a ser
más conocida por las nuevas generaciones y suscita distintas expectativas.
P. Rafael Tello y el Cardenal Bergoglio
Es bueno recordar que
el papa Francisco, siendo aún Cardenal, lo sacó a la luz al presentar -en la
Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina- un libro sobre su
teología de "la fe de los pobres en América Latina" (Enrique Bianchi,
Pobres en este mundo, ricos en la fe. La fe de los pobres de América Latina según
Rafael Tello, Ágape, 2012, Bs As).
A su vez, poco antes de
su muerte, Tello le había escrito una carta personal al hoy Papa donde decía: -"Para mí, el problema más grande de la
Iglesia argentina es cómo llegar a esa inmensa mayoría de cristianos a los que
no alcanza la Iglesia institucional. Creo que Usted tiene una misión
providencial de iniciar una reforma en la Iglesia (¿Buenos Aires?, ¿Argentina?,
¿más allá? Yo no sé). Le pido a Dios que pueda cumplirla".
Llegar a esa inmensa
mayoría de cristianos fue siempre el corazón de su búsqueda. Y la pastoral
popular el método para que la Iglesia institucional avanzara en esa dirección.
Palabras del cardenal
Bergoglio (Francisco) en el prólogo del libro del P. Enrique C. Bianchi, “Pobres en este mundo, ricos en la fe. La fe
de los pobres de América latina según Rafael Tello”:
“Tello fue un teólogo y
un pastor tomado por el amor a Dios, a la Virgen y a su pueblo. Una pasión por
la historia y su tiempo, un corazón y una inteligencia ofrecidos a los pobres.
Su teología apunta proféticamente a nuestros hermanos más humildes. Nos
recuerda que están en el centro del corazón de Dios, tanto que Cristo mismo se
hizo pobre. Su teología nos aguijonea preguntándonos si les estamos dando a los
pobres el lugar que merecen. Nos invita a que transformemos la Iglesia en la
casa de los pobres”.
“También fue el teólogo
de la Virgen. Un continente tan mariano como el nuestro no podía dejar de
darnos un teólogo así. Amaba profundamente a María y entendía que entre ella y
nuestro pueblo pobre se fue tejiendo una singular historia de amor. Fue
baqueano en seguir su huella maternal entre ellos. Fervoroso devoto de la Virgen
de Luján supo ver en su milagro junto al río, entre rudos troperos y un negro
llamado Manuel, el arquetipo de la oración de nuestra Madre para quedarse en el
corazón de nuestro pueblo para siempre. En fin, la vida del padre Tello fue un
regalo del Espíritu a nuestra Iglesia”.
Llegar a esa inmensa mayoría de cristianos fue siempre el corazón de su búsqueda. Y la pastoral popular el método para que la Iglesia institucional avanzara en esa dirección.
Ver Conferencia de Bergoglio en presentación del libro“Pobres en este mundo, ricos en la fe. La fe de los pobres de América latina según Rafael Tello”:
1° Parte
2° Parte
Traslado de los restos del P. Rafael Tello
En ocasión de la Jornada Mundial de los Pobres, propuesta por el papa Francisco para el próximo 19 de noviembre, el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani SDB y su obispo auxiliar, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, consideraron oportuno trasladar los restos del presbítero Rafael Tello a la basílica y santuario Nuestra Señora de Luján. Se celebrará la Eucaristía el sábado 18 de noviembre a las 15 en la basílica Nuestra Señora de Luján. Finalizada la misa se ubicarán los restos del querido presbítero Rafael Tello en la basílica.
Obras editadas del P.
Rafael Tello:
1. "La nueva evangelización. Escritos teológicos pastorales",Ágape, Buenos Aires, 2008.
2. "Pueblo y Cultura", Patria grande, Buenos Aires, 2011.
3. "La Nueva Evangelización: Anexos I y II", Agape, Buenos Aires, 2013.
4. "Pueblo y cultura popular", Patria Grande - Saracho - Agape, Buenos Aires, 2014.
5. "Fundamentos de una Nueva Evangelización", Agape - Fundación Saracho - Patria Grande, 2015.
6. "El cristianismo popular. Ubicación histórica y hecho inicial en América", Patria Grande - Fundación Saracho - Agape, Bs. As., 2016.
Teología del Pueblo
El P. Rafael Tello,
junto con el p. Lucio Gera, son los dos principales referentes de la llamada
Teología del Pueblo (corriente teológica nacida en la Argentina tras el
Concilio Vaticano II). Esta teología ha influido
fuertemente en el pensamiento del papa Francisco."
Toda la obra del padre
Rafael Tello se ve atravesada por una motivación fuertemente pastoral: conocer
los caminos de Dios para el pueblo de Latinoamérica y ayudar a la Iglesia a ser
fiel a esos designios divinos.
Obras sobre Rafael Tello:
BIANCHI ENRIQUE C., Pobres en este mundo, ricos en la fe. La fe de los pobres de América Latina según Rafael Tello, Ágape, Buenos Aires, 2012.
RIVERO GABRIEL, COMP, El viejo Tello y la pastoral popular, Patria Grande - Fundación Saracho, Buenos Aires, 2013.
RIVERO GABRIEL, COMP, El viejo Tello en la COEPAL. Sus intervenciones entre los peritos de la Comisión Episcopal de Pastoral en la recepción del Concilio Vaticano II en Argentina (1968-1971), Saracho - Agape - Patria Grande, Bs. As., 2015.
FORCAT FABRICIO, La vida cristiana popular. Su legítima diversidad en la perspectiva de Rafael Tello, Ágape - Fundación Saracho, Buenos Aires, 2017.
ALBADO OMAR, El pueblo está en la cultura. La teología de la pastoral popular en el pensamiento del Padre Rafael Tello, Ágape, Buenos Aires, 2017.
Agradezco al padre
Enrique Bianchi por toda la información que me ha enviado vía chat y por
e-mail. Para conocer más sobre la vida y pastoral del padre Rafael Tello
recomiendo la lectura de “Pobres en este mundo, ricos en la fe. La fe de los pobres de América Latina según
Rafael Tello”.
Fuente: “Pobres en este
mundo, ricos en la fe. La fe de los
pobres de América Latina según Rafael Tello”, Autor: P. Enrique Ciro Bianchi,
año 2012.
El
próximo Domingo 19 de Noviembre celebraremos la “Jornada Mundial de los Pobres”,
en cercanías de esta jornada me parece muy oportuno recordar la vida de Santa
Isabel de Hungría, mujer que se dedicó a servir a los pobres y enfermos.
Isabel era hija de Andrés, rey de Hungría, y nació el año 1207; siendo aún niña, fue dada en matrimonio a Luis, landgrave de Turingia, del que tuvo tres hijos. Vivía entregada a la meditación de las cosas celestiales y, después de la muerte de su esposo, abrazó la pobreza y erigió un hospital en el que ella misma servía a los enfermos. Murió en Marburgo el año 1231.
ISABEL RECONOCIÓ Y AMÓ A CRISTO EN LA PERSONA DE LOS POBRES
Pronto Isabel comenzó a destacar por sus virtudes, y, así como durante toda su vida había sido consuelo de los pobres, comenzó luego a ser plenamente remedio de los hambrientos. Mandó construir un hospital cerca de uno de sus castillos y acogió en él gran cantidad de enfermos e inválidos; a todos los que allí acudían en demanda de limosna les otorgaba ampliamente el beneficio de su caridad, y no sólo allí, sino también en todos los lugares sujetos a la jurisdicción de su marido, llegando a agotar de tal modo todas las rentas provenientes de los cuatro principados de éste, que se vio obligada finalmente a vender en favor de los pobres todas las joyas y vestidos lujosos.
Tenía la costumbre de visitar personalmente a todos sus enfermos, dos veces al día, por la mañana y por la tarde, curando también personalmente a los más repugnantes, a los cuales daba de comer, les hacia la cama, los cargaba sobre sí y ejercía con ellos muchos otros deberes de humanidad; y su esposo, de grata memoria, no veía con malos ojos todas estas cosas. Finalmente, al morir su esposo, ella, aspirando a la máxima perfección, me pidió con lágrimas abundantes que le permitiese ir a mendigar de puerta en puerta.
En el mismo día del Viernes santo, mientras estaban denudados los altares, puestas las manos sobre el altar de una capilla de su ciudad, en la que había establecido frailes menores, estando presentes algunas personas, renunció a su propia voluntad, a todas las pompas del mundo y a todas las cosas que el Salvador, en el Evangelio, aconsejó abandonar. Después de esto, viendo que podía ser absorbida por la agitación del mundo y por lá gloria mundana de aquel territorio en el que, en vida de su marido, había vivido rodeada de boato, me siguió hasta Marburgo, aun en contra de mi voluntad; allí, en la ciudad, hizo edificar un hospital, en el que dio acogida a enfermos e inválidos, sentando a su mesa a los más míseros y despreciados.
Afirmo ante Dios que raramente he visto una mujer que a una actividad tan intensa juntara una vida tan contemplativa, ya que algunos religiosos y religiosas vieron más de una vez como, al volver de la intimidad de la oración, su rostro resplandecía de un modo admirable y de sus ojos salían como unos rayos de sol.
Antes de su muerte la oí en confesión, y, al preguntarle cómo había de disponer de sus bienes y de su ajuar, respondió que hacía ya mucho tiempo que pertenecía a los pobres todo lo que figuraba como suyo, y me pidió que se lo repartiera todo, a excepción de la pobre túnica que vestía y con la que quería ser sepultada. Recibió luego el cuerpo del Señor y después estuvo hablando, hasta la tarde, de las cosas buenas que había oído en la predicación; finalmente, habiendo encomendado a Dios con gran devoción a todos los que la asistían, expiró como quien se duerme plácidamente.
De una Carta escrita por Conrado de Marburgo, director espiritual de santa Isabel
(Al Sumo pontífice, año 1232: A. Wyss, «Hessisches Urkundenbuch» 1, Leipzig 1879, 31-35)
El próximo 19 de Noviembre celebraremos la Jornada Mundial de los Pobres, a continuación les comparto algunos párrafos de la exhortación apostólica postsinodal "Amoris Laetitia" Sobre el amor en la Familia) del papa Francisco (19 de Marzo de 2016) sobre la familia y los pobres.
183. Un
matrimonio que experimente la fuerza del amor, sabe que ese amor está llamado a
sanar las heridas de los abandonados, a instaurar la cultura del encuentro, a luchar
por la justicia. Dios ha confiado a la familia el proyecto de hacer «doméstico»
el mundo, para que todos lleguen a sentir a cada ser humano como un hermano: «Una
mirada atenta a la vida cotidiana de los hombres y mujeres de hoy muestra inmediatamente
la necesidad que hay por todos lados de una robusta inyección de espíritu
familiar […] No sólo la organización de la vida común se topa cada vez más con
una burocracia del todo extraña a las uniones humanas fundamentales, sino,
incluso, las costumbres sociales y políticas muestran a menudo signos de
degradación».
En cambio, las familias abiertas y solidarias hacen espacio
a los pobres,
son capaces de tejer una amistad con quienes lo están pasando peor que ellas.
Si realmente les importa el Evangelio, no pueden olvidar lo que dice Jesús: «Que
cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis hermanos más pequeños, conmigo
lo hicisteis» (Mt 25,40). En definitiva, viven lo que se nos pide con
tanta elocuencia en este texto: « Cuando des una comida o una cena, no llames a
tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos. Porque
si luego ellos te invitan a ti, esa será tu recompensa. Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los
cojos, a los ciegos y serás dichoso » (Lc 14,12-14). ¡Serás dichoso! He
aquí el secreto de una familia feliz.
184. Con el testimonio,
y también con la palabra, las familias hablan de Jesús a los demás, transmiten
la fe, despiertan el deseo de Dios, y muestran la belleza del Evangelio y del
estilo de vida que nos propone. Así, los matrimonios cristianos pintan el gris
del espacio público llenándolo del color de la fraternidad, de la sensibilidad social,
de la defensa de los frágiles, de la fe luminosa, de la esperanza activa. Su fecundidad
se amplía y se traduce en miles de maneras de hacer presente el amor de Dios en
la sociedad.
185. En esta
línea es conveniente tomar muy en serio un texto bíblico que suele ser
interpretado fuera de su contexto, o de una manera muy general, con lo cual se
puede descuidar su sentido más inmediato y directo, que es marcadamente social.
Se trata de 1 Co 11,17-34, donde san Pablo enfrenta una situación
vergonzosa de la comunidad.
Allí, algunas personas acomodadas tendían a discriminar
a los pobres, y esto se producía incluso en el ágape que acompañaba a la
celebración de la Eucaristía. Mientras
los ricos gustaban sus manjares, los pobres se quedaban mirando y sin tener qué
comer: Así, «uno pasa hambre, el otro está borracho. ¿No tenéis casas donde
comer y beber? ¿O tenéis en tan poco a
la Iglesia de Dios que humilláis a los pobres?»
191. «No me
rechaces ahora en la vejez, me van faltando las fuerzas, no me abandones» (Sal
71,9). Es el clamor del anciano, que teme el olvido y el desprecio. Así
como Dios nos invita a ser sus instrumentos para escuchar la súplica de los pobres, también espera que escuchemos el
grito de los ancianos. Esto interpela a las familias y a las comunidades,
porque «la Iglesia no puede y no quiere conformarse a una mentalidad de
intolerancia, y mucho menos de indiferencia y desprecio, respecto a la vejez.
Debemos despertar el sentido colectivo de gratitud, de aprecio, de
hospitalidad, que hagan sentir al anciano parte viva de su comunidad. Los
ancianos son hombres y mujeres, padres y madres que estuvieron antes que
nosotros en el mismo camino, en nuestra misma casa, en nuestra diaria batalla
por una vida digna». Por eso, «¡cuánto quisiera una Iglesia que desafía la
cultura del descarte con la alegría desbordante de un nuevo abrazo entre los jóvenes
y los ancianos!»
290. «La familia se convierte en sujeto de
la acción pastoral mediante el anuncio explícito del Evangelio y el legado de
múltiples formas de testimonio, entre las cuales: la solidaridad con los pobres, la apertura a la diversidad de las
personas, la custodia de la creación, la solidaridad moral y material hacia las
otras familias, sobre todo hacia las más necesitadas, el compromiso con la
promoción del bien común, incluso mediante la transformación de las estructuras
sociales injustas, a partir del territorio en el cual la familia vive, practicando
las obras de misericordia corporal y espiritual». Esto debe situarse en el
marco de la convicción más preciosa de los cristianos: el amor del Padre que
nos sostiene y nos promueve, manifestado en la entrega total de Jesucristo,
vivo entre nosotros, que nos hace capaces de afrontar juntos todas las
tormentas y todas las etapas de la vida. También en el corazón de cada familia
hay que hacer resonar el kerygma, a tiempo y a destiempo, para que
ilumine el camino. Todos deberíamos ser capaces de decir, a partir de lo vivido
en nuestras familias: « Hemos conocido el amor que Dios nos tiene » (1 Jn 4,16).
Sólo a partir de esta experiencia, la pastoral familiar podrá lograr que las
familias sean a la vez iglesias domésticas y fermento evangelizador en la sociedad.
324. Bajo el impulso del Espíritu, el núcleo
familiar no sólo acoge la vida generándola en su propio seno, sino que se abre,
sale de sí para derramar su bien en otros, para cuidarlos y buscar su
felicidad. Esta apertura se expresa particularmente en la hospitalidad, alentada
por la Palabra de Dios de un modo sugestivo: «no olvidéis la hospitalidad: por
ella algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles » (Hb 13,2). Cuando la familia acoge y sale hacia los
demás, especialmente hacia los pobres y abandonados, es «símbolo, testimonio y
participación de la maternidad de la Iglesia» .El amor social, reflejo de
la Trinidad, es en realidad lo que unifica el sentido espiritual de la familia
y su misión fuera de sí, porque hace presente el kerygma con todas sus
exigencias comunitarias. La familia vive su espiritualidad propia siendo al
mismo tiempo una iglesia doméstica y una célula vital para transformar el
mundo.
El próximo 19 de Noviembre celebraremos la Jornada Mundial de los Pobres, a continuación les comparto algunos párrafos de la carta enciclica "Laudato Si" (Alabado seas) del papa Francisco (18 de Junio de 2015) sobre el clamor de los pobres.
20.
Existen formas de contaminación que afectan cotidianamente a las personas. La
exposición a los contaminantes atmosféricos produce un amplio espectro de
efectos sobre la salud, especialmente
de los más pobres, provocando millones de muertes prematuras.
29.
Un problema particularmente serio es el de la calidad del agua disponible para los pobres,
que provoca muchas muertes todos los días. Entre los pobres son frecuentes enfermedades relacionadas con el
agua, incluidas las causadas por microorganismos y por sustancias químicas.
La diarrea y el cólera, que se relacionan con servicios higiénicos y provisión
de agua inadecuados, son un factor significativo de sufrimiento y de mortalidad
infantil. Las aguas subterráneas en muchos lugares están amenazadas por la
contaminación que producen algunas actividades extractivas, agrícolas e
industriales, sobre todo en países donde no hay una reglamentación y controles
suficientes. No pensemos solamente en los vertidos de las fábricas. Los
detergentes y productos químicos que utiliza la población en muchos lugares
del mundo siguen derramándose en ríos, lagos y mares.
30.
Mientras se deteriora constantemente la calidad del agua disponible, en algunos
lugares avanza la tendencia a privatizar este recurso escaso, convertido en
mercancía que se regula por las leyes del mercado. En realidad, el acceso al
agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal,
porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición
para el ejercicio de los demás derechos humanos. Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no tienen
acceso al agua potable, porque eso es negarles el derecho a la vida
radicado en su dignidad inalienable. Esa deuda se salda en parte con
más aportes económicos para proveer de agua limpia y saneamiento a los pueblos más pobres. Pero se
advierte un derroche de agua no sólo en países desarrollados, sino también en
aquellos menos desarrollados que poseen grandes reservas. Esto muestra que el
problema del agua es en parte una cuestión educativa y cultural, porque no hay
conciencia de la gravedad de estas conductas en un contexto de gran inequidad.
48.
El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos, y no podremos
afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a
causas que tienen que ver con la degradación humana y social. De hecho, el deterioro
del ambiente y el de la sociedad afectan de un modo especial a los más débiles
del planeta: «Tanto la experiencia común de la vida ordinaria como la
investigación científica demuestran que los más graves efectos de todas las
agresiones ambientales los sufre la gente más pobre». Por
ejemplo, el agotamiento de las reservas ictícolas perjudica especialmente a
quienes viven de la pesca artesanal y no tienen cómo reemplazarla, la contaminación del agua afecta
particularmente a los más pobres que no tienen posibilidad de comprar agua
envasada, y la elevación del nivel del mar afecta principalmente a las
poblaciones costeras empobrecidas que no tienen a dónde trasladarse. El
impacto de los desajustes actuales se manifiesta también en la muerte prematura de muchos pobres,
en los conflictos generados por falta de recursos y en tantos otros problemas
que no tienen espacio suficiente en las agendas del mundo.
49.
Quisiera advertir que no suele haber conciencia clara de los problemas que
afectan particularmente a los excluidos. Ellos son la mayor parte del planeta,
miles de millones de personas. Hoy están presentes en los debates políticos y
económicos internacionales, pero frecuentemente parece que sus problemas se
plantean como un apéndice, como una cuestión que se añade casi por obligación o
de manera periférica, si es que no se los considera un mero daño colateral. De
hecho, a la hora de la actuación concreta, quedan frecuentemente en el último
lugar. Ello se debe en parte a que muchos profesionales, formadores de
opinión, medios de comunicación y centros de poder están ubicados lejos de
ellos, en áreas urbanas aisladas, sin tomar contacto directo con
sus problemas. Viven y reflexionan desde la comodidad de un desarrollo y de una
calidad de vida que no están al alcance de la mayoría de la población mundial.
Esta falta de contacto físico y de encuentro, a veces favorecida por la desintegración
de nuestras ciudades, ayuda a cauterizar la conciencia y a ignorar parte de la
realidad en análisis sesgados. Esto a veces convive con un discurso «verde».
Pero hoy no podemos dejar de reconocer que un verdadero planteo ecológico se
convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en
las discusiones sobre el ambiente, para escuchar
tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres.
52.La deuda
externa de los países pobres se ha convertido en un instrumento de control,
pero no ocurre lo mismo con la deuda ecológica. De diversas maneras, los
pueblos en vías de desarrollo, donde se encuentran las más importantes
reservas de la biosfera, siguen alimentando el desarrollo de los países más
ricos a costa de su presente y de su futuro. La tierra de los pobres del Sur
es rica y poco contaminada, pero el acceso a la propiedad de los bienes y
recursos para satisfacer sus necesidades vitales les está vedado por un sistema
de relaciones comerciales y de propiedad estructuralmente perverso. Es
necesario que los países desarrollados contribuyan a resolver esta deuda
limitando de manera importante el consumo de energía no renovable y aportando
recursos a los países más necesitados para apoyar políticas y programas de
desarrollo sostenible. Las regiones y
los países más pobres tienen menos posibilidades de adoptar nuevos modelos en
orden a reducir el impacto ambiental, porque no tienen la capacitación para
desarrollar los procesos necesarios y no pueden cubrir los costos. Por
eso, hay que mantener con claridad la conciencia de que en el cambio climático
hay responsabilidades diversificadas y, como dijeron los Obispos de Estados
Unidos, corresponde enfocarse «especialmente en las necesidades de los pobres,
débiles y vulnerables, en un debate a menudo dominado por intereses más
poderosos».Necesitamos fortalecer la conciencia de que somos
una sola familia humana. No hay fronteras ni barreras políticas o sociales que
nos permitan aislarnos, y por eso mismo tampoco hay espacio para la
globalización de la indiferencia.
91.
No puede ser real un sentimiento de íntima unión con los demás seres de la
naturaleza si al mismo tiempo en el corazón no hay ternura, compasión y preocupación
por los seres humanos. Es evidente la incoherencia de quien lucha contra el
tráfico de animales en riesgo de extinción, pero permanece completamente
indiferente ante la trata de personas, se
desentiende de los pobres o se empeña en destruir a otro ser humano que le
desagrada.
152.
La falta de viviendas es grave en muchas partes del mundo, tanto en las zonas
rurales como en las grandes ciudades, porque los presupuestos estatales sólo
suelen cubrir una pequeña parte de la demanda. No sólo los pobres, sino una gran parte de la sociedad sufre serias
dificultades para acceder a una viviendapropia. La posesión de una vivienda tiene mucho que ver con la
dignidad de las personas y con el desarrollo de las familias. Es una cuestión
central de la ecología humana. Si en un lugar ya se han desarrollado
conglomerados caóticos de casas precarias, se trata sobre todo de urbanizar
esos barrios, no de erradicar y expulsar. Cuando
los pobres viven en suburbios contaminados o en conglomerados peligrosos, «en
el caso que se deba proceder a su traslado, y para no añadir más sufrimiento al
que ya padecen, es necesario proporcionar una información adecuada y previa,
ofrecer alternativas de alojamientos dignos e implicar directamente a los
interesados».Al
mismo tiempo, la creatividad debería llevar a integrar los barrios precarios en
una ciudad acogedora: «¡Qué hermosas son las ciudades que superan la
desconfianza enfermiza e integran a los diferentes, y que hacen de esa
integración un nuevo factor de desarrollo! ¡Qué lindas son las ciudades que,
aun en su diseño arquitectónico, están llenas de
espacios que conectan, relacionan, favorecen el reconocimiento del otro!».
158.
En las condiciones actuales de la sociedad mundial, donde hay tantas inequidades
y cada vez son más las personas descartables, privadas de derechos humanos
básicos, el principio del bien común se convierte inmediatamente, como lógica e
ineludible consecuencia, en un llamado a la solidaridad y en una opción preferencial por los más pobres.
Esta opción implica sacar las consecuencias del destino común de los bienes de
la tierra, pero, como he intentado expresar en la Exhortación apostólica Evangelii
gaudium,exige contemplar
ante todo la inmensa dignidad del pobre a la luz de las más hondas convicciones
creyentes. Basta mirar la realidad para entender que esta opción hoy es una exigencia ética fundamental para la realización
efectiva del bien común.
172.Los países pobres necesitan tener como
prioridad la erradicación de la miseria y el desarrollo social de sus
habitantes, aunque deban analizar el nivel escandaloso de consumo de
algunos sectores privilegiados de su población y controlar mejor la corrupción.
También es verdad que deben desarrollar formas menos contaminantes de producción
de energía, pero para ello requieren contar con la ayuda de los países que han
crecido mucho a costa de la contaminación actual del planeta. El
aprovechamiento directo de la abundante energía solar requiere que se
establezcan mecanismos y subsidios de modo que los países en desarrollo puedan
acceder a transferencia de tecnologías, asistencia técnica y recursos
financieros, pero siempre prestando atención a las condiciones concretas, ya
que « no siempre es adecuadamente evaluada la compatibilidad de los sistemas
con el contexto para el cual fueron diseñados ».
Los
costos serían bajos si se los compara con los riesgos del cambio climático. De
todos modos, es ante todo una decisión ética, fundada en la solidaridad de
todos los pueblos.
241.
María, la madre que cuidó a Jesús,
ahora cuida con afecto y dolor materno este mundo herido. Así como lloró con el
corazón traspasado la muerte de Jesús, ahora
se compadece del sufrimiento de los pobres crucificados y de las criaturas
de este mundo arrasadas por el poder humano.