Evangelio según San Juan 10,27-30.
Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre. El Padre y yo somos una sola cosa".
Jesús confia el rebaño a Pedro
553 Jesús ha confiado a Pedro una autoridad específica: "A ti te daré las llaves del Reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos" (Mt 16, 19). El poder de las llaves designa la autoridad para gobernar la casa de Dios, que es la Iglesia. Jesús, "el Buen Pastor" (Jn 10, 11) confirmó este encargo después de su resurrección:"Apacienta mis ovejas" (Jn 21, 15-17). El poder de "atar y desatar" significa la autoridad para absolver los pecados, pronunciar sentencias doctrinales y tomar decisiones disciplinares en la Iglesia. Jesús confió esta autoridad a la Iglesia por el ministerio de los apóstoles (cf. Mt 18, 18) y particularmente por el de Pedro, el único a quien él confió explícitamente las llaves del Reino.
Jesús confia el rebaño a Pedro
553 Jesús ha confiado a Pedro una autoridad específica: "A ti te daré las llaves del Reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos" (Mt 16, 19). El poder de las llaves designa la autoridad para gobernar la casa de Dios, que es la Iglesia. Jesús, "el Buen Pastor" (Jn 10, 11) confirmó este encargo después de su resurrección:"Apacienta mis ovejas" (Jn 21, 15-17). El poder de "atar y desatar" significa la autoridad para absolver los pecados, pronunciar sentencias doctrinales y tomar decisiones disciplinares en la Iglesia. Jesús confió esta autoridad a la Iglesia por el ministerio de los apóstoles (cf. Mt 18, 18) y particularmente por el de Pedro, el único a quien él confió explícitamente las llaves del Reino.
754 "La Iglesia, en efecto,
es el redil cuya puerta única y necesaria es Cristo(Jn 10, 1-10). Es también el rebaño cuy
pastor será el mismo Dios, como él mismo anunció (cf. Is 40, 11; Ez 34, 11-31).
Aunque son pastores humanos quien es gobiernan a las ovejas, sin embargo es Cristo
mismo el que sin cesar las guía y alimenta; El, el Buen Pastor y Cabeza de los
pastores (cf. Jn 10, 11; 1 P 5, 4), que dio su vida por las ovejas (cf. Jn 10,
11-15)".
El rebaño del buen pastor
764 "Este Reino se
manifiesta a los hombres en las palabras, en las obras y en la presencia de Cristo" (LG 5).
Acoger la palabra de Jesús es acoger "el Reino". El germen y el comienzo
del Reino son el "pequeño rebaño" (Lc 12, 32), de los que Jesús ha venido a
convocar en torno suyo y de los que él mismo es el pastor (cf. Mt 10, 16; 26, 31; Jn
10, 1-21). Constituyen la verdadera familia de Jesús (cf. Mt 12, 49). A los que
reunió así en torno suyo, les enseñó no sólo una nueva "manera de
obrar", sino también una oración propia (cf. Mt 5-6).
El Buen Pastor modelo de la misión pastoral de los obispos
896 El Buen Pastor será el modelo y la "forma" de la misión pastoral del obispo. Consciente de sus propias debilidades, el obispo "puede disculpar a los ignorantes y extraviados. No debe negarse nunca a escuchar a sus súbditos, a a los que cuida como verdaderos hijos ... Los fieles, por su parte, deben estar unidos a su obispo como la Iglesia a Cristo y como Jesucristo al Padre".
Ministerio del Buen Pastor en el sacramento de la Confesión
1465 Cuando celebra el sacramento de la Penitencia, el sacerdote ejerce el ministerio del Buen Pastor que busca la oveja perdida, el del Buen Samaritano que cura las heridas, del Padre que espera al Hijo pródigo y lo acoge a su vuelta, del justo Juez que no hace acepción de personas y cuyo juicio es a la vez justo y misericordioso. En una palabra, el sacerdote es el signo y el instrumento del amor misericordioso de Dios con el pecador.
El Buen Pastor modelo de la misión pastoral de los obispos
896 El Buen Pastor será el modelo y la "forma" de la misión pastoral del obispo. Consciente de sus propias debilidades, el obispo "puede disculpar a los ignorantes y extraviados. No debe negarse nunca a escuchar a sus súbditos, a a los que cuida como verdaderos hijos ... Los fieles, por su parte, deben estar unidos a su obispo como la Iglesia a Cristo y como Jesucristo al Padre".
Ministerio del Buen Pastor en el sacramento de la Confesión
1465 Cuando celebra el sacramento de la Penitencia, el sacerdote ejerce el ministerio del Buen Pastor que busca la oveja perdida, el del Buen Samaritano que cura las heridas, del Padre que espera al Hijo pródigo y lo acoge a su vuelta, del justo Juez que no hace acepción de personas y cuyo juicio es a la vez justo y misericordioso. En una palabra, el sacerdote es el signo y el instrumento del amor misericordioso de Dios con el pecador.
Oración a Jesús Buen Pastor
2665 La oración de la Iglesia,
alimentada por la palabra de Dios y por la celebración de la liturgia, nos enseña a orar al
Señor Jesús. Aunque esté dirigida sobre todo al Padre, en todas las tradiciones litúrgicas incluye formas de oración dirigidas a Cristo. Algunos salmos, según su
actualización en la Oración de la Iglesia, y el Nuevo Testamento ponen en
nuestros labios y gravan en nuestros corazones las invocaciones de esta oración a
Cristo: Hijo de Dios, Verbo de Dios, Señor, Salvador, Cordero de Dios, Rey,
Hijo amado, Hijo de la Virgen, Buen Pastor, Vida nuestra, nuestra Luz, nuestra
Esperanza, Resurrección nuestra, Amigo de los hombres
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