Debido a los hechos trágicos
que han sucedido en estos días y al escuchar en muchas oportunidades “nosotros no
podemos hacer nada”, les propongo un pequeño aporte de cuatro cosas que podemos hacer por nuestros
hermanos más necesitados, tomando como referencia algunos parrafós del Catecismo de la Iglesia Católica
Información
En primer lugar creo
que debemos informarnos, debido al gran avance de la tecnología en los medios
de comunicación hoy podemos conocer lo que pasa en el mundo casi al instante. Aprovechando
estos avances debemos acceder a la información y conocer que ha sucedido, donde
ha sucedido, como ha sucedido, quienes son los protagonistas o victimas en el
peor de los casos.
Pero debemos tener
cuidado de no quedar “enredados” entre tantas posibilidades de informarnos y
así perder de vista la visión antropológica de los medios de comunicación cayendo
en una indiferencia ante lo que realmente está sucediendo.
“Dentro de la sociedad moderna, los medios de
comunicación social desempeñan un papel importante en la información, la
promoción cultural y la formación. Su acción aumenta en importancia por razón
de los progresos técnicos, de la amplitud y la diversidad de las noticias
transmitidas, y la influencia ejercida sobre la opinión pública.”( 2493 –
Catecismo de la Iglesia Católica)
La información de estos medios es un servicio del
bien común (cf IM 11). La sociedad tiene derecho a una información fundada en
la verdad, la libertad, la justicia y la solidaridad. (2494
- Catecismo de la Iglesia Católica)
Sensibilización
En segundo lugar
creo que debemos sensibilizarnos por las situaciones más trágicas que viven
nuestros hermanos en distintas partes del mundo, esto es hacer que la
información llegue a nuestros corazones, no quedarnos solo en el plano de la
razón. Si la información llega realmente a nuestros corazones la misma nos
moviliza y nos impulsa a querer sanar la herida del prójimo. Pero si sólo nos
quedamos con conocer lo que sucede (a veces solo leyendo titulares) esto nos insensibiliza
y nos coloca en una posición pasiva. Si logramos llegar a una sana
sensibilización de estas difíciles situaciones nos nace el deseo por hacer algo
por nuestros hermanos. Cabe aclarar que al sensibilizarnos debemos evitar caer
en el morbo o lo grotesco.
“Los medios de comunicación social (en particular,
los mass-media) pueden engendrar cierta pasividad en los usuarios, haciendo de
estos consumidores poco vigilantes de mensajes o de espectáculos. Los usuarios
deben imponerse moderación y disciplina respecto a los mass-media. Han de
formarse una conciencia clara y recta para resistir más fácilmente las
influencias menos honestas.” (2496 - Catecismo de la Iglesia Católica)
“La pureza cristiana exige una purificación del
clima social. Obliga a los medios de comunicación social a una información
cuidadosa del respeto y de la discreción. La pureza de corazón libera del
erotismo difuso y aparta de los espectáculos que favorecen el exhibicionismo y
la ilusión.”( 2525 - Catecismo de la Iglesia Católica)
Oración
En concreto después de
conocer y de compartir con nuestro corazón el dolor de quienes sufren , nos
comprometemos más aun con estas realidades ofreciendo nuestra oración de intercesión,
es decir, salimos de nosotros mismos y dirigimos una oración a Dios por los
demás, de manera particular por los hermanos que más sufren.
“La intercesión es una oración de petición que nos
conforma muy de cerca con la oración de Jesús. El es el único intercesor ante
el Padre en favor de todos los hombres, de los pecadores en particular (cf Rm
8, 34; 1 Jn 2, 1; 1 Tm 2. 5-8). Es capaz de "salvar perfectamente a los
que por él se llegan a Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su
favor" (Hb 7, 25). El propio Espíritu Santo "intercede por
nosotros... y su intercesión a favor de los santos es según Dios" (Rm 8,
26-27).”
(2634- Catecismo de la Iglesia Católica)
“Interceder, pedir en favor de otro, es, desde
Abraham, lo propio de un corazón conforme a la misericordia de Dios. En el
tiempo de la Iglesia, la intercesión cristiana participa de la de Cristo: es la
expresión de la comunión de los santos. En la intercesión, el que ora busca
"no su propio interés sino el de los demás" (Flp 2,4), hasta rogar
por los que le hacen mal (recuérdese a Esteban rogando por sus verdugos, como
Jesús: cf Hch 7, 60; Lc 23, 28. 34).” (2635- Catecismo de la Iglesia Católica)
“Las primeras comunidades cristianas vivieron
intensamente esta forma de participación (cf Hch 12, 5; 20, 36; 21, 5; 2 Co 9,
14). El Apóstol Pablo les hace participar así en su ministerio del Evangelio
(cf Ef 6, 18-20; Col 4, 3-4; 1 Ts 5,25); él intercede también por ellas (cf 2
Ts 1, 11; Col 1, 3; Flp 1, 3-4). La intercesión de los cristianos no conoce
fronteras: "por todos los hombres, por todos los constituídos en
autoridad" (1 Tm 2, 1), por los perseguidores (cf Rm 12,14), por la
salvación de los que rechazan el Evangelio (cf Rm 10, 1).” (2636- Catecismo de
la Iglesia Católica)
Acción
o Misión
Sin lugar a duda a veces nos llenamos de impotencia asumiendo
que no podemos hacer nada por aquellas situaciones que se presentan muy
alejadas de nuestra realidad y del lugar donde vivimos pero sin embargo pienso
que podemos sumar nuestro granito de arena en pos del bien común. Debemos
comenzar por lo más cercano para lograr así grandes cosas en busca de una mejor
calidad de vida para todos; debemos observar nuestra realidad cercana y las
necesidades que sufren nuestros hermanos más próximos y tratar de llevar
soluciones a estas problemáticas. De este modo estaremos realizando un doble
misión: la ayuda al prójimo más necesitado y generaremos conciencia en cuanto a
que si podemos hacer algo por los que más sufren en búsqueda del bien común, la
justicia y la paz.
1807 La justicia es la virtud moral que consiste en
la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido.
La justicia para con Dios es llamada "la virtud de la religión". Para
con los hombres, la justicia dispone a respetar los derechos de cada uno y a
establecer en las relaciones humanas la armonía que promueve la equidad
respecto a las personas y al bien común. El hombre justo, evocado con
frecuencia en las Sagradas Escrituras, se distingue por la rectitud habitual de
sus pensamientos y de su conducta con el prójimo. "Siendo juez no hagas
injusticia, ni por favor del pobre, ni por respeto al grande: con justicia juzgarás
a tu prójimo" (Lv 19,15). "Amos, dad a vuestros esclavos lo que es
justo y equitativo, teniendo presente que también vosotros tenéis un Amo en el
cielo" (Col 4,1).(1807- Catecismo de la Iglesia Católica)
“La socialización presenta también peligros. Una
intervención demasiado fuerte del Estado puede amenazar la libertad y la
iniciativa personales. La doctrina de la Iglesia ha elaborado el principio llamado
de subsidiaridad. Según éste, "una estructura social de orden superior no
debe interferir en la vida interna de un grupo social de orden inferior,
privándola de sus competencias, sino que más bien debe sostenerla en caso de
necesidad y ayudarla a coordinar su acción con la de los demás componentes
sociales, con miras al bien común" (CA 48; Pío XI, enc."Quadragesimo
anno")”. (1883- Catecismo de la Iglesia Católica)
"Que los emigrantes sientan el consuelo de tu amor en el destierro,
que puedan regresar a su patria y que un día alcancen también la patria eterna."
Señor, ten piedad.
4 de Septiembre - Dia del Inmigrante (En Argentina)
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