jueves, 22 de noviembre de 2012

Reflexión sobre la Misa



En esta nota quiero comentarles una reflexión sobre la misa y la importancia de nuestra participación en la misma.

Ayer 21 de noviembre fui a misa para recordar el octavo mes de fallecimiento de mi padre, al momento de ingresar al templo sentí mucha tristeza y preocupación porque vi que tan solo la mitad del templo estaba ocupada por fieles, mas allá de eso me predispuse a vivir la celebración, luego también note que apenas se escuchaba a los fieles en el momento de responder alguna oración o cantar, llego el momento del Evangelio, preste mucha atención al mismo y luego escuche la homilía que sinceramente me gusto mucho, fue una homilía muy clara y muy directa, donde  me hizo reflexionar mucho sobre el verdadero rol de cristiano y sobre nuestro compromiso como verdaderos cristianos.


En la homilía Mons. Roberto Rodríguez comenzó brindando algunas enseñanzas sobre el libro de Apocalipsis teniendo en cuenta que la primera lectura del día correspondía a este libro, comenzó diciendo que Apocalipsis significa “Revelación”, luego destaco la riqueza que tiene el libro en cuanto a la cantidad de signos y símbolos que presenta y explico los símbolos que caracterizan a los 4 evangelistas: Mateo-Hombre con alas/Ángel, Marcos-El León, Lucas-Un toro y Juan-El Águila.


Haciendo referencia propiamente al Evangelio del día y relacionándolo con el Año de la Fe, hablo sobre la Fe homenaje y la Fe predicada y vivida.

Para hacer referencia a la Fe Homenaje menciono las fiestas de los santos y de la Virgen donde homenajeamos a los mismos, solo vamos a la iglesia en estos días de festividad, también  menciono como fe homenaje cuando vamos a una misa por un cumpleaños, por un casamiento, incluso para recordar a nuestros seres queridos difuntos pero eso queda solo en este momento litúrgico y luego no predicamos ni vivimos la fe, mientras que para lograr una FE predicada y vivida, debemos tomar como ejemplo aquellos dos servidos del Evangelio que multiplicaron lo que recibieron, es decir lo fructificaron, tengamos en cuenta que esas monedas que Dios nos entrega es su propia palabra y nosotros debemos fructificarla, debemos compartirla, es decir debemos predicarla y no guardarla para nosotros, no debemos ser como aquel servidor que guardo las monedas por miedo, no debemos tener miedo de predicar y de vivir nuestra Fe.
Mencionando la lectura que nos relata la construcción de la torre de Babel dijo que debemos edificar nuestros proyectos teniendo en cuenta a Dios, no como aquellos hombres que construyeron sin Dios pretendiendo querer llegar a Dios e incluso superarlo. En esto también podemos observar una Fe homenaje donde solo cumplimos con la misa pero luego nuestros proyectos los construimos sin Dios, el rol del verdadero cristiano es construir con Dios.
Necesitamos de personas que prediquen y vivan su FE. En este Año de la Fe estamos llamados como iglesia riojana ha fortalecer nuestra Fe.

Que mas puedo decir de esta Homilía, esta muy clara, quienes nos decimos Cristianos no podemos mirar para otro lado, es un mensaje muy directo, si somos cristianos debemos trabajar por Cristo, no seamos vagos en el ámbito de la Fe y nos animemos a predicarla y vivirla.

Algo que también me llamo la atención fue que en el momento de la fracción del Pan (posterior al rito de la paz), el celebrante comenzó este momento pero sin embargo algunos fieles todavía seguían compartiendo el saludo de la paz alrededor de una persona que cumplía años. 
Este momento es de gran importancia, en la antigüedad este momento no pasaba desapercibido ante los fieles como vemos que ahora sucede, por algo también en la antigüedad se denominaba la misa como la Fracción del Pan, comparto el siguiente párrafo que nos ayudara a comprender la importancia de este momento:

“El gesto de la fracción del pan, realizado por Cristo en la última Cena, y que en los tiempos apostólicos fue el que sirvió para denominar la íntegra acción eucarística, significa que los fieles, siendo muchos, en la Comunión de un solo pan de vida, que es Cristo muerto y resucitado para la vida del mundo, se hacen un solo cuerpo (1 Co 10,17). La fracción se inicia tras el intercambio del signo de la paz y se realiza con la debida reverencia, sin alargarla de modo innecesario ni que parezca de una importancia inmoderada. Este rito está reservado al sacerdote y al diácono. El sacerdote realiza la fracción del pan y deposita una partícula de la hostia en el cáliz, para significar la unidad del Cuerpo y de la Sangre del Señor en la obra salvadora, es decir, del Cuerpo de Cristo Jesús viviente y glorioso.

También cabe destacar el canto final que generalmente se dedica a nuestra madre la Virgen María pero sin embargo para muchos fieles este momento también pasa desapercibido o incluso se retiran antes de este canto.

Al Salir del templo sentía que algo me faltaba, y si me faltaba lo más importante la Eucaristía, lo más importante de la celebración pero como yo no estaba preparado, es decir, no había limpiado mis pecados con el sacramento de la confesión no pude recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Es por eso que recomiendo que se preparen previamente con la confesión para que puedan recibir a Cristo y no pasen por el mismo sentimiento que yo, sentir que algo te falta.

Queridos hermanos ahora nos queda reflexionar sobre nuestra participación en la misa y la importancia que la misma tiene en nuestras vidas. Sin lugar a duda hay mucho mas para profundizar sobre la misa, en futuras entradas lo haré  en particular dedicare una nota al momento de la Consagración y a la importancia de la Eucaristía.

Sitio Oficial del Año de la Fe: http://www.annusfidei.va/content/novaevangelizatio/es.html


 Te invitamos a sumarte en facebook al grupo:AÑO DE LA FE. Vivamos juntos la Fe



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